Como suele suceder antes de cada vencimiento y licitación de Lebacs, el dólar se recalienta para presionar y que la tasa de interés suba aún más. Mientras tanto, la fuga de capitales de dispara. Mañana, un nuevo capítulo de terror en el país casino.
Este martes 14 vencerán más de 500 mil millones de pesos puestos en Letras del Banco Central (Lebacs). Cuando se disparó la corrida cambiaria, que no para pese a que se hayan entregando dólares de deuda del FMI, la tasa de interés para ese instrumento financiero subió de 26,3% en abril a 40% en mayo, 47% en junio y 46,5% en julio, todo para mantener a los timberos renovando los papeles en pesos, evitando que se vayan inmediatamente al dólar.
En el camino, el Banco Central regaló en pago de intereses para contener esa corrida una cifra impresionante: 66 mil millones de pesos sólo entre mayo y junio. Dinero devengado al pequeño cúmulo de timberos que está vaciando el país. Probablemente, la tasa de Lebacs a corto plazo (28 días) llegue al 50% en la licitación de mañana.
El terror del Banco Central es que la mayor parte de esos 500 mil millones que vencen el miércoles no renueven sus papeles mañana martes. De ser así, se irían corriendo hacia el dólar, con lo cual el precio de la divisa podría dispararse si la entidad no sale a responder y reventar las reservas. Hoy el Ministerio de Hacienda instruyó al Banco Central a no vender más ni un dólar de los provenientes del FMI. Esa era la orden original del Fondo Monetario Internacional: que el precio del dólar vuele libremente, sin intervención del Estado. Por otro lado, el gobierno necesita imperiosamente de esos dólares de deuda para... pagar deuda externa que el gobierno actual tomó.
Este cuello de botella –o se sube la tasa de interés por la nubes, encareciendo el crédito y destruyendo todo incentivo a la producción o se baja la tasa de interés y los pesos se van al dólar, la moneda se devalúa y la inflación vuela– fue un invento de cabo a rabo del modelo económico Cambiemos. Sobre todo, en lo que refiere a la libertad total que tienen los capitales golondrina para entrar al país, timbear, juntar ganancias que no pueden lograr en ningún otro lugar del mundo e irse. Así es como la fuga de capitales es un récord desde que empezó a crujir un modelo económico que se sustenta pura y exclusivamente en la hipoteca a futuro, la deuda externa. El mecanismo –totalmente legal– consiste en endeudar al país y a las futuras generaciones para luego entregar esos dólares a los timberos que vienen al país a usufructuar las tasas delirantes.