Valores de avanzada, un alto piso presupuestario, lineamientos de contenidos: forma y contenido de un proyecto cuyo debate agitará a la Legislatura y a todo el mundo educativo.
Un debate significativo tomó fuerza este año la Legislatura provincial: la sanción de una ley de educación. Y su trascendencia se debe a dos motivos. Por un lado, porque toda persona reconoce que este tema es un eje central en la construcción de una sociedad. Por otro lado, porque la legislación sobre el tema está pendiente desde 1949.
Tras un intenso intercambio que comenzó en 2016, finalmente la Comisión de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación firmó un dictamen unificado el pasado el 4 de julio. El hecho fue celebrado por los legisladores involucrados y por la propia ministra de Educación, Claudia Balagué.
En diálogo con Pausa, el presidente de la Comisión, Julio Garibaldi, aseguró: “Ya que llegamos tarde a la sanción de esta ley, por lo menos vamos a tener una excelente ley que apueste a que haya trayectorias educativas completas, inclusivas y de calidad. Completa, para que todos empiecen y terminen. Inclusivas, para que nadie quede fuera del sistema, y de calidad, para que los conocimientos adquiridos sean significativos. También apuesta mucho a la innovación. Eso significa apostar al uso de nuevas tecnologías, flexibilizar los formatos, potenciar otras experiencias”.
A continuación, se detallan los principales aspectos del proyecto, cuyos autores son optimistas de que será aprobado este año.
Pública y laica
De entrada el proyecto plantea que la educación es un derecho humano y un bien público que debe ser garantizado por el Estado. Y la define como pública, gratuita, laica, universal e inclusiva, en todos los niveles y modalidades del sistema educativo.
Según Garibaldi, “esta sería la única ley del país que definirá a la educación como laica. En algunas provincias se dice que la educación pública es laica, dejando por fuera a las instituciones privadas. Nosotros definimos que la educación sea laica, sea quien fuere el que la imparte. En ese caso, las congregaciones religiosas pueden llevar adelante la tarea de educar aunque sin obligar a nadie a profesar una religión determinada. Esto significa un avance en la secularidad del Estado y de la sociedad en su conjunto”.
Asimismo, el Estado no podrá suscribir acuerdos o realizar acciones que impliquen concebir a la educación como un servicio lucrativo o que alienten cualquier forma de mercantilización.
Inclusiva y de calidad
El proyecto declara que el sistema educativo deberá garantizar tanto la inclusión de todos los sectores sociales como la calidad de la enseñanza. “Hicimos mucho hincapié en la inclusión. En las rondas de debate tuvimos mucha presencia de mamás y papás de chicas y chicos con capacidades diferentes”, acota el diputado Carlos del Frade.
Asimismo, plantea la inclusión y permanencia socioeducativa de todas las personas valorando las diversas trayectorias educativas. Lo cual implica adoptar estrategias pedagógicas flexibles según los contextos donde se desarrollan. “Esto significa que no necesariamente se repita que todos los estudiantes de una misma edad estén en el mismo lugar físico, teniendo la misma información y sean evaluados de la misma manera. Eso es un paradigma productivista que no obedece a potenciar las motivaciones que tiene cada estudiante”, detalla Garibaldi.
También hace obligatoria la educación a partir de los tres años hasta la finalización de la secundaria. Aunque ya prevé jardines de infantes desde los 45 días de edad.
Mayor presupuesto
Tal como pidieron los gremios, se incorporan los derechos laborales: hay capítulo dedicado al escalafón, donde se reconocen la paritaria y el estatuto docente.
Pero sin dudas lo novedoso del texto es que introduce una cifra con respecto al financiamiento: indica que el gobierno provincial deberá destinar un 35% del presupuesto general anual al sistema educativo.
Esto significaría un aumento considerable, ya que en los últimos diez años el promedio del presupuesto otorgado rondó entre el 20 y 24%. El proyecto prevé que el Estado alcance paulatinamente ese monto. Para ello, se podrán asignar mayores recursos o bien crear nuevos impuestos o tasas.
Tipos de instituciones
El proyecto contempla cuatro tipos instituciones educativas. A las ya conocidas instituciones educativas estatales y las privadas (confesionales o no), se le sumarán las cooperativas y las de gestión social.
Las instituciones cooperativas y sociales son aquellas constituidas por organizaciones sociales, fundaciones, ONG’s, iglesias o empresas recuperadas por sus trabajadores.
Los docentes de estas instituciones deberán tener títulos reconocidos oficialmente y obtendrán una remuneración mínima igual a la que perciben los docentes de las instituciones estatales.
Esto implicará, por ejemplo, reconocer el trabajo que viene realizando el Proyecto Revuelta: ahora el Bachillerato Popular del barrio La Vuelta del Paraguayo podrá integrar el sistema educativo provincial con amparo de la ley.
Niveles y modalidades
Los legisladores diagramaron la estructura pedagógica con cuatro niveles: Inicial, Primario, Secundario y Superior. Esto coincide con lo establecido por la ley nacional de educación.
El nivel superior comprende los Institutos Superiores de Formación Docente, de Educación Técnico Profesional, de Educación Artística y de Educación Física. Asimismo prevé las siguientes modalidades: Técnico Profesional; Artística, Especial, Permanente de Personas Jóvenes y Adultas; Rural y de Islas; Intercultural Bilingüe; en Contextos de Privación de Libertad; Domiciliaria; y a Distancia, Virtualidad y Nuevas Presencialidades.
Al respecto, el secretario de Cultura de Amsafe, Miguel Duhalde, plantea ciertos reparos. “No acordamos con definir a la educación a distancia como una modalidad, ya que más bien la virtualidad es una ‘forma de trabajo’ o una ‘estrategia didáctica’ antes que una ‘modalidad’ en sí misma”. Y agrega: “No desconocemos la relevancia que tiene la forma de trabajo a distancia y la virtualidad, especialmente en los procesos de formación docente. Pero resulta inapropiado que la misma sea considerada como una modalidad específica pues el tiempo empleado al trabajo online desplaza y va en detrimento de los tiempos de la educación formal destinados a la socialización y la construcción de vínculos e interacciones personales y genera aislamiento, fragmentación, exacerbación del individualismo”.
Además, podría pensarse que en la actualidad todas las modalidades pueden estar compuestas tanto por la presencialidad física como por la virtualidad. Es decir, no habría que confundir modalidades pedagógicas con los grados y formas de mediatización tecnológica de la enseñanza y aprendizaje.
Nuevos contenidos
El proyecto contiene un apartado destinado a nuevos derechos e innovaciones pedagógicas para su integración en clase. Estos derechos son: derechos humanos y memoria; ciudadanía, convivencia y la participación democrática; educación sexual integral; medio ambiente; educación alimentaria y nutricional; prevención de consumos problemáticos; uso de tecnologías de la información y la comunicación; y trabajo y emprendedorismo.
Con respecto a la educación sexual integral, el diputado Garibaldi recordó que existe un proyecto que ya tiene media sanción en la Legislatura. “Se plantea que la educación sexual tiene que estar en todas las escuelas de todos los niveles, con una perspectiva científica y de género, que contemple los aspectos biológicos, sociales y culturales”.
Miguel Duhalde tiene una mirada crítica sobre el emprendedorismo y la pedagogía emprendedora: “El sindicato objeta la imposición por ley de esta perspectiva ya que en contextos políticos en los que se precarizan las condiciones de vida de la población y aumentan los despidos, esta concepción puede convertirse en la justificación de una sociedad del ‘sálvese quien pueda’, basada en criterios meritocráticos que naturalizan la exclusión y las desigualdades sociales”.