El miércoles 22 de agosto la Universidad Nacional de Entre Ríos cambió de marcha en la crisis que está teniendo la educación pública universitaria nacional y pasó de resistir a los golpes del Gobierno para estar a la ofensiva. La Facultad de Trabajo Social (FTS) fue tomada por sus estudiantes. Este hecho cambió los ánimos del estudiantado de Paraná. De golpe, un miércoles cualquiera por la noche, en una facultad de la ciudad, una cuerda de candombes empezó a rugir y a marcar el tempo del corazón de cada une de les que estaban, una murga uruguaya empezó a cantar la posta y una olla popular comenzó a humear el olor a un guiso que alimentará los cuerpos de quienes decidieron defender la educación pública, libre, laica, feminista y gratuita.
El jueves 23 de agosto, en una Asamblea Extraordinaria de estudiantes, lxs estudiantes de Ciencias de la Educación (FCEdu) decidimos que el viernes 24 tomaríamos nuestra casa de estudios para acompañar a nuestrxs compañerxs de la FTS. Las razones para la medida de fuerza están escritas en el programa de la toma, que funciona como una carta magna y sirve de soporte en cada decisión que tomamos día a día. Las principales son el recorte por más de 3 mil millones de pesos al presupuesto de las universidades nacionales, el aumento del 10,8% a lxs docentes, que no se condice con el costo de vida actual, por el repudio al acuerdo con el FMI, por un presupuesto genuino para la educación, ciencia y tecnología y el reclamo por una universidad feminista libre de violencias de género y que incluya a las disidencias sexuales.
Vivir en la toma es un aprendizaje todos los días. Esta es la primera de mi generación estudiantil. Acá la herramienta fundamental es la asamblea. Es nuestro único mecanismo de decisión y de gobierno.
Fotos: Luciano Giusti
Un día de la toma comienza en diferentes horarios, depende la comisión que participe cada estudiante. Por la mañana, a las 6 se abren las puertas de la facultad para les compañeres que quieran venir a relevar turnos. También se prepara el desayuno para quienes siguen durmiendo. Algunxs estudiantes también se encargan de la limpieza de los diferentes sectores de la facultad. A las 9 el resto de estudiantes terminó de levantarse y empiezan todas las reuniones de trabajo. El almuerzo llega cerca de las 13. La comida la aportan diferentes espacios y personas particulares que apoyan la defensa de la educación pública. Nosotres mismos también aportamos algo de dinero, lo que se pueda, para sustentar algunos gastos. Durante la tarde hay diferentes actividades sobre la calle Buenos Aires, como debates, paneles, plenarios, donde participan además docentes.
A las 18 es cuando mayor cantidad de gente se concentra en las puertas de la FCE. Todos los días, sin excepción, se celebra la asamblea a esa hora. En ese momento, cualquier estudiante puede pararse frente a sus compañeres y mocionar una propuesta que luego será votada. Por lo general las mociones presentadas son cuestiones que surgen de las reuniones de trabajo de las comisiones, que se hacen varias veces por día. Las decisiones que se toman en cada asamblea van moldeando la toma, su convivencia; se debaten modos de lograr los objetivos que tenemos, nos ponemos de acuerdo, planteamos nuestros argumentos a favor o en contra de algo, nos escuchamos, nos creemos. Nos convencemos de que los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan y es por eso que lxs estudiantxs estamos organizadxs y decidimos luchar por una universidad pública, gratuita, de acceso irrestricto, laica y feminista para lxs trabajadorxs y el pueblo.
Por la noche, luego de la asamblea, algunes estudiantes cocinan para les que duerman albergados por la facultad. Cuando se sirvió la cena la primera noche fue en el hall de entrada. Había una fila llena de personas que posaban con su plato o pote esperando a que le den su porción de guiso. La escena, vista desde el primer piso era absurda. Una facultad es un edificio lleno de formalidades que se deben cumplir. La toma rompe con muchas de esas formalidades. Habitualmente en el hall hay eventos como ferias o debates. En la toma sirven guiso caliente a 50 personas por noche.