Con todas las paritarias arregladas al 15% en completa explosión, la inflación de julio marcó 3,1% y, con ello, el alza de precios durante el año es de 19,6%. En el corazón de la canasta, alimentos y bebidas, la suba es del 22%.
El Indec publicó los datos de la inflación de julio, que marcan que los precios el mes pasado aumentaron el 3,1%. Todo indica que en agosto las subas serán similares, sobre todo por el impacto del incremento en los combustibles. Así, en apenas siete meses los precios subieron un 19,6%, dejando atrás a la mayoría de las paritarias y pulverizando el poder adquisitivo.
Mientras las universidades está de paro por tiempo indeterminado porque sus docentes apenas percibieron un aumento del 5% en lo que va del año (y le prometieron un poquito más del 5% para agosto), el Indec comunicó que la inflación medida en términos anuales es del 31,2%. Los meses más picantes de incrementos fueron los de 2018, por lo que indudablemente a fin de año la medición anual va a estar muy por encima de la marca actual, disolviéndose una de las tantas promesas que le realizó el gobierno al FMI para obtener dólares frescos para financiar la fuga de capitales. Todo hermoso.
Según el Indec, la mayor suba en lo que va del año es la de transportes (28,4%), seguida por educación (22,3%) y alimentos y bebidas (22%). Para el organismo oficial la luz, el agua, el gas y el alquiler subieron en el año un 17,2% (en términos interanuales un 47%). Cabe destacar, como siempre, que la ponderación que el Indec realiza sobre los servicios es bajísima y que no se refleja ni de lejos el impacto de los tarifazos en el índice de inflación, como se explica aquí.
Inflación: por qué hoy el Indec miente mucho más que con Moreno
En alimentos, las subas más fuertes en este mes fueron las del tomate redondo (38%), la harina de trigo (11,2%) y la batata (10,4%).