En diálogo con LT8 de Rosario sobre el paro de la universidad, Albor Cantard, diputado nacional de Cambiemos, ex rector y ex Secretario de Políticas Universitarias, ponderó que la cantidad de docentes universitarios es exagerada.
Sin considerar que la enorme mayoría de los docentes universitarios está empleado en cargos bajos con dedicaciones mínimas y salarios ya no de pobreza sino de indigencia, y que el trabajo académico demanda también tareas continuas de investigación, divulgación y extensión, en el programa de Guillermo Zysman, por LT8 de Rosario, el periodista y el diputado nacional Albor Cantard mantuvieron este diálogo.
–Tenemos en el sistema universitario docentes más que suficientes para la matrícula actual y para duplicarla. Tenemos una relación inferior a nueve a uno por cada docentes en el sistema universitario, no hay que restringir el ingreso, todo lo contrario.
–Usted qué dice, ¿que sobran los docentes, que hay más docentes de los necesarios?
–Yo creo que indudablemente es un tema que en las universidades... como las universidades son autónomas son cuestiones totalmente diferentes en cada universidad, es un tema que no se puede generalizar. Yo doy un número general, indudablemente un número de menos de nueve alumnos por docente universitario es un número que luce exagerado.
Cantard reconoció que la oferta salarial del gobierno para los universitarios es “insuficiente”, indicando que el porcentaje debe acompañar la inflación. “El 10,8% hay que discutirlo pero también no hay que correr el eje de esa cuestión”, expresó para luego descartar que Cambiemos apunte restringir el ingreso universitario o a cobrar aranceles y negar que haya subejecución y recortes presupuestarios para obras.
Más allá del miedo que da enumerar todas las medidas que Cambiemos concretó después de haber negado que se llevarían adelante –desde la baja de Fútbol para Todos y Conectar Igualdad hasta la reforma previsional–, los datos duros desmienten al diputado. Según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública, entidad encargada de analizar el presupuesto nacional y también cómo se va ejecutando, al 5 de agosto de este año las universidades disponían para invertir y crecer en infraestructura de 3703 millones de pesos, según el presupuesto 2018, pero el gobierno les transfirió 325 millones, apenas el 8,7% de lo estipulado por ley. Fuera de ello, en marzo pasado la actual secretaria de Políticas Universitarias Danya Tavela estampó en la cara de los rectores congregados en el Consejo Interuniversitario Nacional el aviso de que en el año se iban a recortar del presupuesto unos tres mil millones de pesos. La propia UNL da prueba del ajuste: una obra licitada, la construcción de un nuevo aulario en Ciudad Universitaria, está suspendida en su ejecución.