Con los datos de trabajo registrado de junio –previos a que se desate con todo la crisis– se nota cómo se fortalece el crecimiento del escalón intermedio del trabajo en blanco y en negro: los monotributistas representan el 81,7% del trabajo registrado creado desde diciembre de 2015. Fuerte destrucción del trabajo privado.
Desde que asumió Mauricio Macri, hay 7772 nuevos trabajadores registrados por mes, en promedio. Una cifra muy pobre, si se compara con el promedio 2012-2015, que fue de 23.632, el triple. Pero, para peor, de esos 7772 nuevos trabajadores en blanco por mes de la era Cambiemos, 6355 son monotributistas, el 81,7% del nuevo trabajo registrado. Todos los datos provienen de registros oficiales del Ministerio de Trabajo.
Si no fuera por los monotributistas y los empleados públicos –sí, desde diciembre de 2015 el empleo público creció en 1698 nuevos trabajadores por mes–, el empleo registrado en la era Cambiemos registraría una caída de 281 trabajadores registrados por mes, 8708 trabajadores registrados menos desde diciembre de 2015. Es que el trabajo privado registrado, o "empleo de calidad" según el presidente, que supuestamente iba a ser la prioridad del nuevo gobierno, cayó en 44.003 trabajadores registrados menos desde diciembre de 2015. La comparación con el período anterior, del que también se decía que ahogaba al sector privado, es brutal: entre 2012 y 2015 se crearon en promedio 3421 trabajos privados por mes, después de Macri se destruyeron 1419 trabajos privados por mes.
La conclusión: la gestión Cambiemos es una máquina de destruir trabajo privado registrado, convirtiendo a esos trabajadores en monotributistas, un limbo de precariedad. Y ni siquiera con eso alcanza: el porcentaje total de crecimiento de todo el trabajo registrado –privado, público, monotributistas, casas particulares, autónomos– es apenas del 2% en 31 meses. Para seguir el crecimiento vegetativo del mercado laboral debería superar el 3%. Macri destruye y precariza el trabajo.