Museo Tomado entró en una nueva etapa, con más obras.
Ya supimos del Museo Tomado a principios de mayo, donde la noticia generó críticas y alabanzas pero lo cierto es que logró revolucionar y poner en cuestión la escena del arte santafesino. El jueves 13 de septiembre, el Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez, lanzó el Museo Tomado Expandido: la activación de la exhibición patrimonial más grande de la que se tenga memoria en nuestra provincia.
Esta segunda fase del montaje presentó 380 incorporaciones hasta la planta alta. Así llegan a 850 las obras patrimoniales que completan los espacios de exhibición del museo. “En la primera etapa dejamos muros en blanco, justamente para potenciar la acción curatorial y de montaje de esta mancha de obras que iban invadiendo poco a poco el museo”, le cuenta a Pausa Analía Solomonoff , directora del Rosa. “La muestra de alguna manera es el resultado de repensar un patrimonio y es una respuesta a una demanda ciudadana, tiene que ver con una escucha que iniciamos desde el comienzo de esta gestión sobre la relación que tiene que establecer el museo con su contexto, pero sobre todo con la comunidad”.
Museo Tomado nos deja pensando además en la posibilidad de no anclar una exposición únicamente a la objetualidad de la obra de arte, por eso puede verse un andamio en la sala principal del museo, algún montajista abocado a sus tareas o en la planta alta el visitante puede sorprenderse con la puerta abierta del despacho de la directora cumpliendo con sus funciones: “Creo que mostrar lo que hacemos y cómo lo hacemos es también parte de una política pública cultural. Es decir, hay una obra que se conserva que se resguarda y activa pero también hay gente trabajando, hay servidores públicos que construyen estos espacios. Por eso, junto con la visibilización del patrimonio, un gesto nodal de Museo Tomado es mostrar las tareas que se llevan a cabo desde el área de montaje, desde el área comunicacional, del área pedagógica, de patrimonio, el trabajo titánico que se lleva a cabo desde el área de conservación y restauración y mi misma gestión expuesta ahí. Es casi una performance de todo el equipo de trabajo el que hoy en día se expone”, afirma Solomonoff.
—Su gestión frente al Rosa Galisteo, desde el comienzo, replanteó la manera de mostrar y de percibir un museo tal como se lo conocía tradicionalmente, ¿cómo han sido las repercusiones?
—Las repercusiones han sido sumamente enriquecedoras y positivas. Obviamente son acciones que se basan en la construcción de pensamiento crítico. Cuando uno decide gestionar un espacio y cargarlo de sentido tiene que ser acompañado de pensamiento crítico. Y cuando eso sucede se tiene que estar abierto a las críticas en ese gran paraguas que significa una crítica desde cualquier lugar y desde cualquier espacio. Eso ha sucedido y para mi ha estimulado muchísimo los espacios de debate, los espacios de formación, la escena del arte sobre todo en la ciudad de santa Fe, la relación con los artistas y la relación de los artistas con otros entornos. Creo que el Museo está generando una reverberación muy interesante. Y no es un monólogo. El Museo Rosa Galisteo es el segundo museo más importante de argentina y está dialogando con otros espacios, otros actores y con otras gestiones políticas. Y en ese sentido adoptamos una postura.
—¿Cuáles son los objetivos?
—Tener un museo lleno de jóvenes, promover la profesionalización dentro del campo de la cultura, generar espacios de intercambio y pensamiento crítico nuevamente, construir un espacio que se expone y en función de eso está abierto a entender un contexto y a no pensarse de manera autoreferencial. Venimos con una clara línea de trabajo: conceptualizar al museo. Es decir, a partir de la pregunta ¿qué es un museo? Y de este nuevo paradigma que no solo atraviesa al Rosa Galisteo sino a todos los museos del mundo, estamos pensando el museo como un espacio que produce obra, ideas, que acompaña procesos sociales, que vincula el arte de otros campos y otras disciplinas, que suma voluntades y al mismo tiempo que está dispuesto a ser revisado.
—Algunos se preguntan cómo dialogan estéticamente todas esas obras “acumuladas” en los muros del museo y por qué la decisión de ese montaje...
—Museo Tomado es una metáfora de la esencia humana, es la metáfora de la colectividad, es la metáfora de la diversidad, es la metáfora de las contradicciones de lo vital, de la transformación, de la memoria. Y al mismo tiempo de la proyección y una visión. Y esa es una gran respuesta que para mí es importante: desplazarnos de la pregunta “esto es arte o no” al “para qué el arte”. La gran voluntad y energía esta puesta en el “para qué”, ya que nuestro día a día está puesto ahí. Al pensarnos como servidores públicos cuando hablamos de servicio tiene que ver con una responsabilidad y estar todo el tiempo haciendo estas preguntas. Cuando decimos “para qué” (para qué el arte, para qué un museo) podemos encontrar la potencia y la justificación de una exposición como Museo Tomado. ¿Para qué? Para que al confrontarnos a través de un cuadro y de la acumulación de estos cuadros y esculturas ocupando un espacio, encontremos respuestas de nuestro mundo cotidiano. Y al salir a la calle, entender que lo que sucede en Museo Tomado sucede afuera también.
—¿Qué opinión le merece que el Museo Nacional de Bellas Artes comience a cobrar entrada?
—Justamente lo que para mí es importante es que dos posturas diferentes están conviviendo: hay un contexto nacional que afecta lo federal con acciones que definen desde donde políticamente van a trabajar. Y eso también habla de la diversidad y a mí me permite posicionar un espacio como el Rosa pensando que hay un contexto y desde donde vamos a trabajar como museo. Para nosotros la entrada libre y gratuita al museo, que es un espacio público, es una decisión política. A nosotros nos interesa una gestión que interactúe con lo social, con los ciudadanos. Las acciones hablan, son los gestos que materializan las ideas. Por lo tanto, hay un museo público en Capital Federal que cobra y nosotros estamos exhibiendo 850 obras a puertas abiertas.