La rebelión universitaria llegó a la Católica

Un intempestivo y desmesurado aumento de la cuota en la Universidad Católica generó la reacción del estudiantado, que esta mañana hizo una sentada en Guadalupe y que se encuentra en estado de alerta.

Comenzaron el año pagando un arancel de 4500 pesos y van a terminar en diciembre pagando 8500. Una resolución de la Universidad Católica pautó, de manera inconsulta y muy por encima de la inflación promedio, que a partir de octubre comiencen aumentos progresivos en la cuota que pagan los alumnos, hasta llegar a los 8500 pesos a fin de año. Ante la situación, más de un centenar de estudiantes de la Universidad Católica de Santa Fe cortaron calle Echagüe al 7300, pleno barrio Guadalupe, a partir de las 8.00 de hoy.

La medida de fuerza se decidió ayer en una masiva asamblea realizada en el patio de la Universidad. Actualmente, los estudiantes pagan 6500 pesos por mes de cuota. Las protestas también se replicaron en las sedes de Reconquista, Rafaela y Posadas. Actualmente, casi 6500 estudiantes cursan estudios superiores en la regional Santa Fe de la Católica.

El titular del Centro de Estudiantes de Psicología, Bruno Cataudella, explicó a Pausa que "Ya se nos está yendo de las manos. Hay alumnos que no pueden pagar un arancel tan caro para estudiar. Muchos chicos de la Universidad Católica trabajan, a otros los solventan los padres. Estamos en una situación en el país muy dura, muy difícil, y no sabemos qué es lo que va a pasar con el país y ahora no vamos a poder estudiar. La manifestación que estamos haciendo es autoconvacada, pacífica, de los alumnos y centros de estudiantes". De la convocatoria participan también el Centro de Estudiantes de Derecho y el de Humanidades y Ciencias Políticas.

"Hablamos hace unos días con las autoridades y más que nada trataron de meternos presión. Dijeron que se iba a tener en cuenta la protesta, pero no nos dieron una respuesta sólida sobre la cuota. Eso es lo que estamos reclamando más que nada. No podemos estar en esta disyuntiva y todavía no tenemos ninguna respuesta", sentenció Cataudella.

En diálogo con el colega Matías de Phlippis de radio Eme, una estudiante contó cómo el sistema de becas de la Católica parece más un crédito de financiera que otra cosa: "Para mí es muy complicado el presente y el futuro. Hace 8 años vine con mis papás a la Universidad con un montón de sueños en mi espalda. Vine a presentarme y pedir una beca. Ingresé con un supuesto 'préstamo de honor', que se suponía que era un beneficio para mí. Yo tenía que pagar el 50% de mis estudios y, al terminar, tenía que devolver a valor actualizado por los meses que usé ese beneficio. Son ocho años, por 12 meses, por los 4500 pesos de hoy. No pude concluir mis estudios, estoy trabajando y no llego a cubrir el monto. A partir del mes que viene me quedan ocho materias para recibirme y me voy más pobre de lo que entré a la universidad. Nos están robando los sueños".

Ayer, después de la asamblea en la que se decidió la sentada, el presidente del Centro de Humanidades, Agustín Nicollier, reconoció al móvil de radio Sol que "No estamos recibiendo una educación acorde a la cuota que estamos poniendo". "Muchos chicos hoy están dejando por el costo de la cuota. Imaginate en octubre con los aumentos. La excusa desde arriba fue que contemplemos la situación de Argentina, que las cosas suben. Pero los sueldos de los estudiantes que trabajan para pagarse la Universidad no suben lo mismo que la cuota, lo mismo que los sueldos de los padres o madres que se rompen para bancar a sus hijos", explicó.