Una crecida extraordinaria pero anunciada. Una defensa inaugurada pero inconclusa. Y un gobierno más preocupado por las elecciones que por los ciudadanos. La combinación hizo eclosión el 29 de abril de 2003 y resultó fatal para un tercio de la ciudad de Santa Fe.
Desde la aparición de Pausa, el tema siempre estuvo presente. Y no solo desde la perspectiva de la causa penal que investiga las responsabilidades políticas –un expediente vergonzoso que lleva 15 años de trámite sin resultados concretos–, sino principalmente desde la perspectiva de los inundados.
La inundación de 2003 fue una catástrofe política con profundas consecuencias humanas. En abril, al cumplirse 15 años de los hechos, publicamos en estas páginas 15 historias de vida sobre personas que murieron durante la inundación o más tarde, a causa de ella.
Antes habíamos refrescado las secuelas sociales que dejó el río Salado: la grieta este-oeste que aún divide a la ciudad. Y habíamos repasado, en las voces de sus protagonistas, la lucha del movimiento de inundados por verdad y justicia.
El periodismo que no mira hacia atrás, el periodismo que es puro presente, es un periodismo bobo que no entiende las razones de lo que ocurre hoy. En Pausa elegimos hacer otro tipo de periodismo.