"Tengo 10 o 12 años, no recuerdo exactamente. La señora que atiende en el súper más cercano a mi casa me dice, sin ningún cuidado, sin ningún filtro y sin haber pedido su opinión: usted está muy gorda para comer arequipe, niña, no debería comer.
La odio. La odio y me odio. Odio el arequipe que quise comprar y odio la miserable ingravidez con la que mi autoestima acaba de romperse en mil millones de pedacitos. Odio, en ese momento, y ahora a mis veintiséis, la fragilidad de un amor propio sujeta, desde entonces y para siempre, a la mirada de los otros".
Así comienza “La historia de todos mis kilos”, un texto de María del Mar Ramón, una colombiana que vive en Argentina desde hace seis años, que se viralizó y puso de manifiesto los mandatos y estereotipos que la sociedad patriarcal escupe sobre las mujeres desde muy pequeñas.
"Me metí los dedos primero en la boca, para vomitar, antes que en la concha para masturbarme y aprender a acabar. Se nos fomentó tanto el castigo y se nos censuró tanto el placer". Odiar la comida y al propio cuerpo, aún desde antes de la pubertad. Eso cuenta de una manera cruda y dolorosa el texto de María del Mar.
Desde el primer comentario sobre su peso por parte de una desconocida, al "estas gordita" de la tía, hasta la primera vez que vomitó. Desde los halagos por su delgadez -sin importar cómo había llegado a ella- a ver sus fotos en un grupo de Facebook llamado “La gorda”, cuando ya ni siquiera era "la más gorda".
María del Mar cuenta como dejó de comer todo lo que le gustaba, hasta sus propias tortas de cumpleaños, y cómo lograr esa delgadez y belleza hegemónica no le consiguió nada.
Se fue de Colombia y su condición de migrante le hizo entender que la delgadez ya no le servía para estar menos sola, ni para ser más valorada. "La disputa es otra". Su encuentro con el feminismo local le cambió la vida.
Con "La historia de todos mis kilos" surgió el hashtag #MiPrimeraDieta, donde miles de mujeres contaron sus historias de delgadez, hambre y precoces trastornos alimentarios.
#miprimeradieta A los 12 años, cuando subo de peso a causa de una depresión post traumática por un accidente de auto que casi me amputan el brazo izquierdo, mi abuela no tuvo mejor idea que enseñarme a hacer ayunos y a vomitar después de comer "mucho". @futurockOk
— Vir ? (@vainigri) 9 de octubre de 2018
#MiPrimeraDieta empezó a los 7 años,prometieron darme la Barbie que yo quería si lograba bajar 5 kilos en una semana. Llore de desesperación al ver que no lo logre. Llevo casi 18 años luchando contra mis transtornos alimenticios y toda una vida contra mi misma, estoy cansada
— Brenda Cervantes (@cupcake_bc) 3 de octubre de 2018
#MiPrimeraDieta La gente siempre opino sobre mi delgadez. Era tan flaca que no me crecieron los pechos. Mi hermano decir "si la flaca es chata no la toco ni en pedo" hizo que comiera basura para engordar.
— CAROL LÎzBêt ? (@expensivewalls) 9 de octubre de 2018
#miprimeradieta No recuerdo la edad exacta, trendia entre 6 o 7, mis padres me llevaron al nutriologo por q estaba un poco pasada de peso, aún recuerdo que llore todo el camino de ida, en la consulta y de regreso, no entendía que estaba mal en mi, complejo q me aún sigue ..?
— Stephanie Muñoz (@MucaSteph) 7 de octubre de 2018
Fue de muy chica, toda mi vida tuve un peso que no iba con el estereotipo aceptado, aunque no era gorda. Fue antes de cumplir 15, q baje de peso para mi fiesta. Intenté vomitar un par de veces, por suerte no seguí en ese mambo.#MiPrimeraDieta
— ?Oblina (@LoReveo_) 9 de octubre de 2018
#miprimeradieta Lei esto y cai en la cuenta de tantas mierdas que vivi por ser gorda y no puedo parar de llorar. No recuerdo alguna vez haber tenido un cuerpo hegemonico, jamas. Siempre fue la mas gorda de mis amigas, y petisa. Aguante desde mi abuela diciendome todo el tiempo +
— Regina. (@ReginaDonsanti) 9 de octubre de 2018
Cuando no entendés el #miprimeradieta o ni te gastás en leer qué dice el mismo... ?♀️ pic.twitter.com/lS7lghYQLo
— Bar Musumeci ? (@BarAcida) 9 de octubre de 2018
#MiPrimeraDieta fue a los 8 años. Con una nutrióloga que recuerdo como un ser cadavérico. Me llevaban al gimnasio y las señoras dentro se quejaban de que hubiera una niña en los aparatos. Para esta foto, a los 11, ya me habían puesto en al menos 4 dietas diferentes. pic.twitter.com/eHh6bPdkdr
— Andrea Ivich (@andreinski) 28 de septiembre de 2018
Desde 3ero de primaria soñaba con ir a clases de ballet, mi mamá me dijo que no porque iba a parecer hipopótamo de fantasía junto a las otras niñas, empecé a limitar mi consumo de carbohidratos y dejé de tomar Choco Milk, empecé a pedir café para iniciar el día #MiPrimeraDieta
— Xac León (@xacleon) 28 de septiembre de 2018
#MiPrimeraDieta Me acuerdo porque fui a comer a lo de una compañerita del cole y había ñoquis. Les dije que a mí me sirvan solo lechuga y todos se rieron... La cabeza cagada desde los 10 años
— María Antonela ? (@mantonelaf) 9 de octubre de 2018