A pesar del rechazo al proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, el misoprostol avanza: se aprobó su venta en farmacias.
Así se dispuso en la disposición 946-12/10/2018, en la que también se detalla respecto de la nueva presentación de la droga para la venta, consistente en 12 comprimidos (dosis justa para una llevar a término el procedimiento) y acerca de la posibilidad de que sea comercializado al público bajo receta archivada, de modo que su uso no se vería más restricto a uso hospitalario u institucional.
La resolución de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Medica habilitó, tan solo una semana después de la votación en el Senado, a Laboratorio Domínguez a fabricar misoprostol con fines ginecológicos. La novedad radica, entonces, en que antes de terminar el 2018, también podrá ser comercializado en cualquier farmacia del país con el nombre de MISOP 200.
Al momento, el misoprostol se puede adquirir como OXAPROST combinado con diclofenac y es producido únicamente por un solo laboratorio (Beta) y solamente para uso gástrico. Carina Rismondo, directora técnica de Laboratorio Domínguez, aclaró también que el MISOP 200 será más económico que el OXAPROST (los 16 comprimidos de este cuesta unos 4500 pesos).
Los nuevos comprimidos serán de administración vaginal y no oral, como venía siendo, lo que triplica la biodisponibilidad del misoprostol. Mientras tanto, una partida del lote ya producido fue suministrado a distintos centros de salud de CABA para garantizar los abortos, llegado el caso.
Entre las especificaciones técnicas, Rismondo indicó que los comprimidos son para administración vaginal. Por este motivo, la biodisponibilidad es tres veces mayor comparada con la administración oral del medicamento.
La semana pasada se conoció que el laboratorio vendió una partida del lote que ya tiene producido a la ciudad de Buenos Aires, que garantiza a través de los centros de salud la interrupción legal del embarazo.
Durante el proceso previo a que se apruebe su uso ginecológico, distintos organismos -como el Centro de Estudios Legales y Sociales, junto a Lesbianas y Feministas por la descriminalización del aborto y Nuevo Encuentro de la Ciudad de Buenos Aires-, se presentaron ante la ANMAT para solicitar que se "reconozca los usos obstétricos del misoprostol", así como que "cesen las restricciones a la comercialización”, porque, de lo contrario, “no se toca el mercado clandestino”, puesto que los precios se fija únicamente para los hospitales, según dijo Luciana Sánchez, abogada de Lesbianas y Feministas por la descriminalización del aborto.