La devaluación finalmente impactó en el comercio exterior: una caída vertical de las importaciones generó que en septiembre se registraran 314 millones de dólares de superávit. De todos modos, el año terminará con un déficit histórico.
Sale mucho más caro, el doble, traer bienes del exterior. Pese a que en agosto se había registrado un nuevo mes de déficit, el vigésimo en la peor y más profunda racha de déficit del comercio exterior desde 1910, en septiembre finalmente la devaluación mostró uno de sus efectos esperados: las importaciones cayeron verticalmente un 21,2% respecto del mismo mes de 2017. Así, pese a que también las exportaciones cayeron (4,8%), por fin ingresaron al país más verdes de los que salieron.
De todos modos, 2018 seguirá siendo un año horrible en términos de déficit comercial. A la fecha se llevan perdidos 6453 millones de dólares, la cifra sigue siendo superior a los 5102 millones que se perdieron en los primeros nueve meses de 2017. Cabe indicar que la malaria desatada vuelve posible que el superávit se repita en lo que queda del año y que, entonces, 2017 siga ostentando el récord de ser el año de mayor déficit del comercio exterior de la historia y 2018 quede apenas en el... segundo puesto.
Es que la buena noticia –no se perdieron dólares en la diferencia entre exportar e importar– no puede ocultar la mala: es el parate económico general el que hace que se haya exportado menos e importado todavía menos. Todas las importaciones cayeron, menos las de combustibles. De hecho, hay mermas preocupantes: cayeron las importaciones de bienes de capital un 42% y las de vehículos un 50%. Eso quiere decir que las industrias no están reponiendo máquinas y que las personas no están comprando autos. No sólo no hay inversión ni consumo, sino que se está reduciendo casi a la mitad. Y la importación de bienes de consumo, las cosas que quizá se podría producir acá, pero no, cayó mucho menos, un 27%. Un dato más: la devaluación no alcanzó para impulsar las exportaciones, que cayeron.
Como siempre, nuestros principales socios comerciales fueron Brasil, China y Estados Unidos, en ese orden; con todos terminamos en rojo. Según informa el Indec, las exportaciones a Brasil "alcanzaron 933 millones de dólares y las importaciones desde ese país, 962 millones de dólares. El saldo comercial fue deficitario en 29 millones de dólares. Las exportaciones a China sumaron 354 millones de dólares y las importaciones, 824 millones de dólares. El déficit comercial en este caso fue 470 millones de dólares. Las exportaciones a Estados Unidos sumaron 424 millones de dólares y las importaciones desde ese país alcanzaron 771 millones de dólares. El déficit con Estados Unidos, en septiembre, fue de 347 millones de dólares. Estos tres países en conjunto absorbieron 34,1% de las exportaciones de la Argentina y abastecieron 54,4% de las importaciones".