Según datos oficiales, fue el segundo peor mes de ventas desde enero de 2005. Las ventas acumuladas de los primeros nueve meses del año están 4,14% abajo de 2017 y son las más bajas desde 2005.
No hay mejor campaña contra el tabaquismo que la malaria que trajo Cambiemos. Los fumadores se pasan masivamente al armado o dejan de fumar, las caídas de ventas son estadísticamente impresionantes. Mayo de 2016 fue el mes en el que menos puchos se fumaron desde que hay registro (enero de 2005). La merma vertical se debió a un impuestazo sobre los atados. Luego viene septiembre de 2018, cuando el puro y solito ajuste produjo que sea el segundo peor mes en la historia para los consumidores de cigarrillos.
Las ventas estuvieron un 22,1% de septiembre de 2017. Durante toda la era Cambiemos la tendencia es a la baja en el consumo –como sucede con la carne, la leche o el vino–, la merma entre septiembre de 2018 y septiembre de 2015 es de 22,9%. La caída de ventas en el acumulado de enero a septiembre de 2018 respecto del año pasado es de 4,14%. La comparación respecto de 2015 muestra la dimensión de la abstinencia generalizada: la caída aumenta al 13,3%.
De seguir así, 2018 será el año con menores ventas desde que hay registro. Luego viene 2016 y después 2017. Acaso este sea el único aspecto positivo de la pérdida de poder adquisitivo en la era Cambiemos, dejar el pucho a la fuerza.