Al grito de “con mis hijos no te metas”, sectores conservadores y religiosos intentan frenar la implementación de la Educación Sexual Integral en el país y también en la provincia.
Consumado el rechazo al proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en el Senado, les legisladores decidieron avanzar con la que se constituye como una de las consignas que, se suponía, había logrado amplio consenso de todos los sectores durante el debate por el aborto: la educación sexual integral. Pero para sorpresa de muchos –no de todos– el núcleo más duro de “los celestes” (y ahora también rosados) decidió que no, que tampoco querían educación sexual, porque a sus hijos los deben educar ellos, no la escuela, no el Estado.
Ley de leyes
Si bien Argentina tiene desde 2006 su ley de Educación Sexual Integral, la aplicación ha sido sumamente dispar en cada provincia. En algunas, como Santa Fe, el tema fue tomado por el Estado y se conformó un equipo especial para intentar incorporarla en las currículas. En otras, recibían los materiales que enviaba la Nación pero no los distribuían a las escuelas y rechazaban la oferta de formación que se les hacía desde el Instituto Nacional de Formación Docente.
En este marco, diputados nacionales firmaron, el pasado 4 de septiembre, un dictamen para reformar la Ley de ESI (N°26.150). El texto, consensuado por un amplio arco político, apunta a que no haya resquicios para que las provincias más conservadoras o las escuelas confesionales puedan negarse a dictar los contenidos que manda la ley en las aulas. Una de las principales modificaciones propuestas es que la ley de ESI sea una ley de orden público, de aplicación obligatoria en todo el territorio nacional, más allá del “ideario institucional”. Otra de las reformas establece que los contenidos deben ser “laicos y científicos” y se plantea actualizarlos para incorporar las leyes sancionadas con posterioridad a su aprobación, entre ellas Matrimonio Igualitario e Identidad de Género.
En la provincia también se está intentando sancionar una ley propia que reglamente el dictado de la educación sexual y dé sustento al trabajo que el equipo de ESI viene realizando desde 2009. El proyecto obtuvo la media sanción de la Cámara de Diputados el 14 de junio pero, cinco meses después, el Senado aún no lo ha tratado y las presiones de la Iglesia Católica se hacen sentir. Durante octubre, obispos de la provincia se reunieron dos veces con senadores radicales y peronistas para expresar su disconformidad con esta ley y con la ley de Educación –también con media sanción– que incorpora a la ESI en su articulado. Desde el Frente en Defensa de la ESI reclaman que los senadores no han tenido la misma predisposición para reunirse con este sector y el diputado Carlos Del Frade hizo una fuerte crítica al lobby de la Iglesia: “Los obispos quieren dominar la cabeza y los cuerpos, especialmente los cuerpos de las chicas, y por eso no quieren saber nada con la educación sexual integral”.
Desinforma y reinarás
Con la ESI les enseñan desde el jardín a masturbarse; los hacen pasar al frente y que se toquen; a los varones los obligan a pintarse los labios; los alientan a ser homosexuales. Estos son algunos de los enunciados que el movimiento “Con mis hijos no te metas”, desparrama por las redes sociales y en sus manifestaciones callejeras, como la realizada el domingo 28 de octubre en diferentes lugares del país, donde además vociferaban “biología si, ideología de género no”.
Para Emmanuel Theumer, docente e investigador del Conicet, esta reacción conservadora “se trata de un contra-movimiento, que como tal, no preexiste a la movilización social desatada por la acción contenciosa LGBT y feminista, en nuestro contexto por la demanda de reforma del régimen de conyugalidad, el reconocimiento de la identidad de género y la despenalización del aborto. Un contra-movimiento que activó una cruzada moral y un pánico sexual ante la posibilidad manifiesta de ir más allá de un supuesto ‘estado de naturaleza’ hetero-reproductivo. Que dicha movilización vea en la educación sexual una suerte de ‘imposición ideológica’ hablá más de ellos, de una concepción verticalista y unilateral de la educación, que de las prácticas pedagógicas abiertas por lineamientos curriculares de la educación sexual”.
Para qué la ESI
La ley de ESI busca asegurar un conjunto de contenidos curriculares que expresan los consensos mínimos de la sexualidad integral sobre la base del respeto, la no violencia, la valoración de las diferencias, sentimientos, emociones y la protección de la salud y la vida digna de niños, niñas y adolescentes.
En Santa Fe, a pesar de ser una de las provincias donde más se avanzó en la implementación de la ESI, hay estadísticas que siguen mostrando la necesidad de profundizar su aplicación y alcance. Por ejemplo: en las ciudades de Santa Fe y Rosario, la Defensoría de NNyA atendió, según el informe de 2015, 402 casos de niñes violentados; el 75% de estas violencias se producen dentro de la casa. “Necesitamos la ESI para que NNyA sepan reconocer cuándo se produce un abuso y poder pedir ayuda”, indicaron desde el Frente en Defensa de la ESI.
Los embarazos adolescentes no deseados también son un claro indicador de la falta de información preventiva: en 2017 hubo más de 2700 embarazos de menores de 19 años, siendo 200 de estas mujeres niñas de 10 a 14 años. La violencia hacia las mujeres también busca ser combatida con una educación que ayude a desnaturalizar la violencia en los noviazgos, los celos, el amor posesivo y la no valoración de las mujeres como personas con derechos. Según el último informe de la Subsecretaría de Políticas de Género, hasta octubre de este año fueron asesinadas en la provincia 14 mujeres y dos personas trans, quedando 24 pequeños sin madre.
Los argentinos no queremos volver a tener CORRUPCIÓN ECONÓMICA y llegar a ser Venezuela, pero tampoco queremos tener CORRUPCIÓN MORAL; porque el gran problema que tenemos en Argentina es que, para conseguir los dólares del FMI nuestro gobierno ha tenido que aceptar lo que le han impuesto los organismos internacionales; es decir, aceptar que se enseñe la Ideología de Género en las escuelas (desde jardín de infantes); enseñanza que ya se está dando en los colegios, pero con la excusa de que enseñan “Educación Sexual Integral” (ESI); aunque la ley que autoriza esta enseñanza aún no ha sido votada en el Congreso. Esta ideología es abominable porque, está dirigida a que los NIÑOS tengan relaciones sexuales con chicos de su MISMO SEXO, y que CAMBIEN DE SEXO. Por eso es que frente a este problema, si el gobierno no deja de PROMOVER esta ideología diabólica, los católicos, evangélicos, judíos, etc., PROMOVEREMOS a la presidencia a quien está en contra de esta ideología: el candidato presidencial, actual diputado nacional, Alfredo Olmedo.