Unas 400 mil personas convocó la Marcha Nacional del Orgullo en Buenos Aires, el sábado 17 de noviembre. Con desfile, música, feria y un documento con fuertes reclamos, la marcha de 2018 fue contundente en su mensaje: “Las disidencias no vivimos en un tupper. Somos trabajadores y sufrimos el ajuste. La nueva ola de derechas hace que hoy por besarse echen a dos varones de una pizzería de Palermo y a dos chicas del Mercado de San Telmo. El ajuste, la violencia y la discriminación que vivimos, tienen responsables: este gobierno. Macri y la Iglesia son antiderechos. Pero la ola feminista y disidente va por más”. El registro de una tarde diversa y disidente, en este fotorreportaje de Juan Bordas y Bruno Scali.
Pausa Fotografía