Ayer terminaron las sesiones ordinarias y, entre otros proyectos, quedó pendiente la paridad de género, que en mayo perderá estado parlamentario.
La ley que busca la representación igualitaria de mujeres y varones en los tres poderes del Estado (en la Cámara alta, por ejemplo, sólo hay una senadora y 18 senadores) y también al interior de los partidos políticos, quedó fuera de la agenda en la última sesión ordinaria, que se realizó este jueves.
Previendo esta situación, representantes de la Mesa Mujeres por la Paridad se movilizaron hacia la Legislatura para exigir el tratamiento del proyecto, que obtuvo la media sanción de Diputados el 24 de mayo y que durante seis meses los senadores no lograron los acuerdos necesarios para convertirla en ley.
Vanesa Oddi, integrante de ese espacio, manifestó: "Ya no encontramos argumentos razonables. El único argumento político que entendemos es que los varones senadores no quieren renunciar a sus privilegios. Sabemos que de caerse esta ley, el año que viene en las elecciones las mujeres no vamos a poder participar de manera igualitaria y en las mismas condiciones por decisión de ellos".
En declaraciones a el diario El Ciudadano, diputadas de distintos espacios políticos cuestionaron al Senado por haber cajoneado el proyecto de paridad. Verónica Benas, del Frente Progresista, opinó: “es una decepción más de parte de los varones senadores de nuestra provincia” y señaló que el proyecto “plantea una cuestión de justicia en la representación de la ciudadanía. Los senadores se atornillan a sus bancas y no quieren perder ni una pizca de poder”.
Por su parte, Silvia Augsburger, del interbloque Igualdad, planteó: "Queremos que Santa Fe se sume a las 13 provincias que ya tienen paridad; aspiramos a que el Ejecutivo en el mes de diciembre envíe el expediente para que lo podamos aprobar”, haciendo referencia a la posibilidad de que la normativa se incluya en las sesiones extraordinarias.
Patricia Chialvo (PJ) sostuvo que “todas las mujeres de la Cámara de Diputados teníamos la esperanza de que la paridad sea ley en la provincia”. Chialvo reconoció que estaban dispuestas a aceptar algunos cambios propuestos desde el Senado, cosa que finalmente no ocurrió. “Lamentamos que pase otro año sin que esto se resuelva”, sostuvo la diputada peronista.
En tanto, Mercedes Meier (Frente Social y Popular) dijo que la paridad de género “es una deuda que tiene el Senado con las mujeres santafesinas” ya que se trata de una ley “de profunda transformación social que nos da un lugar que hoy no tenemos”.
Derechos para nadie
Además de la ley de paridad, el Senado tampoco dio tratamiento a dos normativas fuertemente reclamadas por el movimiento de mujeres y de la diversidad sexual: el cupo laboral trans y la Educación Sexual Integral.
El primero de estos proyectos obtuvo la media sanción de la Cámara baja el 28 de septiembre, luego de 12 años de persistente lucha y trabajo del colectivo trans para que finalmente el texto, que ya fue presentado seis veces, se trate en el recinto. El mismo apunta a la inserción y estabilidad laboral de personas travestis, transexuales y transgénero, y propone asignarles una proporción que no podrá ser inferior al 10% del total de personas que hayan procedido al cambio de su sexo, nombre e imagen en el Registro Civil de acuerdo a la ley nacional de Identidad de Género.
En cuento a la ley la educación sexual integral, que se aplica en la provincia desde 2008 a través de un programa del Ministerio de Educación pero no tiene fuerza de ley, la media sanción se dio el 14 de junio y es la que más resistencia encuentra hoy ante la avanzada de los sectores conservadores ligados a las iglesias católica y evangélica, así como a partidos nacionalistas como Bandera Vecinal.