El crecimiento del fútbol femenino y feminista, en un año clave para el colectivo de mujeres.
Si en 2015 se empezó a cocinar la masificación del movimiento de mujeres a partir del Ni Una Menos, este 2018 fue el año de la explosión: feminismo en las calles, en las casas y en las canchas. De la marea violeta a la verde y a una reapropiación del celeste y blanco –capturado por los opositores al aborto durante el debate de la ley–gracias a una Selección Argentina de mujeres que hizo historia, en un tiempo histórico para las mujeres.
El fútbol, la cancha de fútbol como un territorio a conquistar, a quitarle de las garras al patriarcado, tuvo este año un lugar clave dentro de la agenda feminista local. Argentina es un país futbolero y las mujeres argentinas reclaman para sí el lugar que les corresponde como jugadoras, como hinchas, como entrenadoras; el lugar en la historia que les negaron en el pasado y las herramientas con las cuales escribir la historia de un futuro que ya promete. Así lo cantaron miles en Sarandí: “Ya vas a ver, el fútbol va a ser de todes o no va a ser”.
Las abuelas también jugaban
Que las mujeres juegan al fútbol no es algo nuevo. Este año, y gracias a un trabajo de rescate llevado adelante por las propias jugadoras, nos enteramos que en 1971 una Selección Argentina de mujeres jugó un mundial –no reconocido por FIFA– en México. Las Pioneras del Fútbol Argentino decidieron reunirse, encontrarse y buscar a todas las pioneras desperdigadas por el país, con el objetivo de rescatar la historia del fútbol jugado por mujeres y aportar a la visibilización del mismo.
“Empezamos hace dos años y ya contactamos a casi 300 pioneras”, cuenta Lucila Sandoval, la impulsora de este proyecto. Luky, como le dicen, comenzó a jugar en 1988, cuando tenía 18 años. Pasó por All Boys, River, Independiente, Atlanta, Boca, San Lorenzo, Ferro y Excursionistas, además de la Selección Argentina. “Cuando me retiro de Excursionistas en 2016 decido comenzar con Las Pioneras, recuperar la historia del fútbol femenino me obsesionaba desde el año en que arranqué a jugar y vi el cuadro con la foto de las jugadoras en el Mundial del 71”, recordó.
Entre las búsquedas y como aporte a la visibilidad, Las Pioneras también presentaron en la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto para declarar el 21 de agosto como el “Día de las Futbolistas Argentinas”. El porqué de la fecha tiene que ver con ese torneo en México: fue un 21 de agosto cuando las argentinas, que habían llegado sin apoyo de la AFA –y sin botines, sin entrenador, vendiendo rifas y con una camiseta que al primer lavado ya no sirvió más–, le ganaron en el mítico Estadio Azteca a Inglaterra por 4 a 1, y las eliminaron.
Para Sandoval este fue un año bisagra para el fútbol femenino y reconoce en el movimiento de mujeres un motor importante. “Claro que este momento tiene que ver los movimientos feministas, con la mujer levantando cabeza y peleando por su lugar en la sociedad, en todos los espacios, y en el fútbol yo creo que este año se pasó la puerta y ahora es cuestión de comenzar a caminar de ese otro lado al que no nos dejaban pasar. Este año ya tenemos una mujer presidenta de un club de Primera (Lucía Barbuto en Banfield), una selección que nos devolvió a un Mundial, y todo la visibilización que logramos con programas de radio, con El Femenino en Crónica, La Diez, Las Martas, La Nuestra, Noritas FC, Abriendo la Cancha, todas organizaciones que hacen que caminemos más firme, mirando de otra manera. Lo que se conquistó no se pierde, ahora vamos por más”.
Mujeres y fútbol
En el 33° Encuentro Nacional de Mujeres Lesbianas Travestis y Trans de Trelew tuvo lugar el 5to Encuentro de Mujeres que Juegan al Fútbol, que se realizó en la Plaza Centenario, donde las santafesinas de Martas Fútbol Feminista, junto a las agrupaciones Abriendo La Cancha (Córdoba) y La Nuestra Fútbol Femenino/feminista (Buenos Aires), armaron picaditos y participaron de uno de los talleres novedad de este Encuentro: Mujeres y Fútbol.
“Recuerdo los encuentros nacionales de mujeres de los años 90, donde era impensado que entren el juego y el fútbol, y ahora venimos del encuentro de Trelew donde hubo un torneo armado en una plaza y al lado un taller de Mujeres y Fútbol, por donde pasaron una cantidad de vivencias, expresiones, dolores y alegrías en el vínculo que las mujeres tenemos con el fútbol”, comentaba la ex jugadora, entrenadora y fundadora de La Nuestra, Mónica Santino, en su reciente paso por Santa Fe. “Creo que el deporte estaba tan escrito por hombres, tan para varones, que las propias feministas lo desdeñaban, como algo menor, como un juego de 22 boludos, como decían muchas. No es un juego de 22 boludos, es un juego muy importante, jugar es muy importante, y me parece que en este momento histórico, el apoyo del movimiento de mujeres es un espaldarazo que ayuda un montón a todas las que venimos jugando al fútbol desde hace tanto”.
Además de las reflexiones en torno a la práctica del fútbol femenino y feminista, una de las conclusiones del taller fue la propuesta de crear la Coordinadora Sin Fronteras de Fútbol Feminista y acompañar a la Selección Argentina en el partido de ida del repechaje al Mundial de Francia 2019, llenando el estadio el día del partido, algo que finalmente, sucedió. El 8 de noviembre, en Sarandí, mientras Estefanía Banini desparramaba panameñas en la cancha y Eliana Stabile metía un golazo desde bien afuera del área, desde las tribunas –llenas de pañuelos verdes– se cantaba: “Es sabido, es sabido, con los genitales, no se ganan los partidos”.
Femenino y feminista
El fin de semana largo del 17, 18 y 19 de octubre, Santa Fe fue sede del 3er Festival Latinoamericano de Fútbol y Derechos de las Mujeres. Desde Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Brasil, Paraguay y Perú, llegaron equipos, organizaciones y mujeres sueltas, para hablar, reflexionar y jugar a la pelota.
Luego del primer festival realizado en Buenos Aires por La Nuestra, en 2016, y en Córdoba por Abriendo la Cancha, en 2017, este año fueron Las Martas las que se pusieron la organización al hombro. “El balance es súper positivo; pudimos trabajar muy bien en los talleres, en los conversatorios y se generaron muchas cosas para seguir trabajando, entre todas y al interior de cada orga”, indicaba Romina Fernández, del equipo de Las Martas. Justamente, uno de los temas que más salió durante las jornadas, fue la reflexión sobre fútbol feminista y fútbol femenino, sus cruces, sus tensiones, sus coincidencias. “Lo hablamos mucho a esto, y por ahora la militancia feminista dentro del fútbol está un poco escindida de lo que es el fútbol femenino competitivo”, explica Fernández.
“Ese fútbol fue en sus inicios un bastión de militancia feminista por razones obvias, esas jugadoras fueron precursoras en pisar o copar un espacio que estaba destinado exclusivamente a los varones. Después empezamos otro tipo de desarrollo, nos incorporamos con esta militancia feminista en la cancha y, en cierto punto, lo que tuvo como hito para nosotras este año fue ese cruce interesante entre colectivas que vienen trabajando lo que es el fútbol femenino y la formación de niñes, y quienes directamente arrancamos como colectivo de fútbol feminista. La Nuestra, por ejemplo, que tiene 11 años de laburo, este año pasó de llamarse ‘fútbol femenino’ a ‘fútbol feminista’. Ese cruce me parece muy enriquecedor, porque hasta no hace mucho veníamos trabajando en dos líneas diferentes: a nosotras como feministas no nos convocaba tanto el fútbol competitivo y a las jugadoras de fútbol femenino no les interesaba tanto el feminismo, pero este año nos pudimos encontrar y no es casualidad, la coyuntura social y política hizo que pudiéramos compartir espacios y aprender de las experiencias de todas las compañeras en los espacios de juego, de militancia, de ejercicio político”.
Bien argentina
Algo que se evidenció en los intercambios que se produjeron en el festival, fue que este proceso de desarrollo y pensamiento en torno a un fútbol feminista y no sólo femenino, es bien argento. Así lo manifestaba Pia Mann, una alemana de vacaciones en Buenos Aires y que llegó hasta Santa Fe para el festival, que forma parte de la organización Discover Football, desde donde promueven el fútbol femenino para empoderar a mujeres y niñas, en lucha por la igualdad de género y contra cualquier tipo de discriminación, por todo el mundo. “En Alemania existe un activismo feminista-queer, y también hay un activismo dentro del fútbol en contra del sexismo y la discriminación, pero eso del futbol feminista todavía no existe así. Todo lo que pasa acá me motiva mucho para organizar algo parecido allá. Hay clubes y equipos que se identifican como feministas pero como movimiento todavía no existe ni hay encuentros como este. Me llevo de aquí estos debates que me parecen muy interesantes y esta solidaridad entre feministas”.