El PBI cayó un 3,5% en el tercer trimestre respecto del mismo período de 2017. En los primeros nueve meses de 2018 acumula una contracción del 1,4%. Cayó todo: el consumo, la inversión, las importaciones y las exportaciones. La economía está por debajo de los niveles de 2015.
La crisis se expresa en las cifras que publica el Indec sobre el Producto Bruto Interno (PBI). Con dos trimestres consecutivos de caída del PBI, estamos oficialmente en una recesión. La caída interanual en el segundo trimestre de 2018 fue de 4%, en el tercero fue de 3,5%. La economía en lo que va de 2018 es un 1,4% más chica que en 2017. Por el ritmo en el que se viene desplomando, probablemente cierre el año con una contracción superior al 2%. Medido a valor constante, el PBI del tercer trimestre de 2018 sólo supera al del tercer trimestre de 2014. Es un salto atrás de cuatro años en el indicador global de la economía.
En la comparación con el año pasado, en el último trimestre cayó todo: el consumo privado (4,5%), el público (5%), la inversión (11,2%, una barbaridad), las importaciones (10,2%) y las exportaciones (5,9%). Pese al derrumbe general, las importaciones siguen estando en niveles altísimos, sólo son superadas, en valor real, por las del tercer trimestre de 2017. Por el contrario, las exportaciones, el supuesto desvelo de la gestión Cambiemos, sólo superan a las del tercer trimestre de 2009. Acá el salto atrás es de nueve años.
La referencia del Indec sobre la caída de la inversión en el trimestre pasado es demoledora: "experimentó en el tercer trimestre del año 2018 una disminución de 11,2% respecto del mismo período del año anterior. Esta caída se debió al decrecimiento de 1,5% de la inversión en construcciones, a la baja de 2,4% de otras construcciones, a la disminución de 13,3% en maquinaria y equipo y al decrecimiento de 36,0% en equipo de transporte. Dentro de maquinaria y equipo, el componente nacional decreció 18,7% y el componente importado, 10,5%. En equipo de transporte el componente nacional se retrotrajo 35,3% y el importado decreció 36,7%".
Las caídas más fuertes o significativas en la actividad se registran en los sectores más dinámicos y que más empleo generan. La industria cayó un 6,6% y el comercio y las reparaciones un 8,9%. La construcción registró una baja del 0,8%, que quebró una racha positiva de un año y medio.
Casi todas las actividades económicas cayeron, algunas se desplomaron. De los 16 sectores relevados, crecieron apenas seis. La mayoría lo hizo por debajo del crecimiento vegetativo –y son además actividades que lo acompañan– como electricidad, gas y agua (1,4%), actividad inmobiliaria (1,1%), enseñanza (0,8%), servicios sociales y salud (1,4%). El único sector real que creció, pero con poquísimo valor agregado, es la pesca (7,3%). Después está la timba y los bancos, grandes ganadores del modelo: en el medio de la crisis, la intermediación financiera incrementó su tamaño en un 5,1%. Lleva así siete trimestres consecutivos de crecimiento y es el segundo sector que más creció durante la era Macri, detrás de la pesca, cuyo peso es ínfimo sobre el producto total.