Según datos oficiales, las ventas de cigarrillos están en su punto más bajo desde que hay registro. En noviembre, último dato disponible, cayeron 9,45% respecto del mismo mes de 2017.
Otra expresión de la malaria y la pérdida del poder adquisitivo se puede encontrar en las ventas de cigarrillos. No hay mejor campaña contra el tabaquismo que poner por las nubes el precio de los puchos. Desde que en mayo de 2016 sufrieron un tarifazo, nunca el consumo de tabaco industrializado se pudo recomponer. Es más, no paró de caer: el año que se va acumula las ventas de cigarrillos más bajas desde que hay registro (2005).
En noviembre las ventas estuvieron un 9,45% debajo de las del mismo mes de 2017. La comparación respecto de 2015 muestra que la retracción es de 17,5%. Las ventas acumuladas en once meses de 2018 están 2,67% por abajo de las del mismo período de 2017. Respecto de 2015, la merma es de 12,6%. Todo un azote para los kioscos y una angustia para los adictos al delicioso y sensual humo azul.