Ante el recrudecimiento público de los distintos discursos de odio, la Marcha del Orgullo pisó fuerte las calles de la ciudad con su reclamo por más libertad, más respeto y más amor.
“No queremos más esta humanidad que nos oprime, queremos la libertad sobre nuestros cuerpos, el respeto por nuestras identidades en cada casa, cada calle y cada cama. Nuestra sangre recoge el grito y las banderas de las luchas que nos precedieron, de les luchadores que se alzaron en cada época frente a la violencia de una presunta ‘normalidad’, somos las identidades negras, disidentes y latinoamericanas que pelearon por descolonizar y despatriarcalizar sus cuerpos como primer territorio: somos el amor que se nos ha negado y desde allí construimos una nueva tierra”.
En un año donde tomó fuerza una ideología del odio que busca censurar y eliminar los cuerpos, amores y deseos disidentes, la comisión organizadora abrió con estas poderosas líneas el extenso documento con los reclamos y reivindicaciones de la Marcha del Orgullo santafesina, realizada el pasado sábado 1 de diciembre.
A diferencia de años anteriores, en los que la manifestación caminó por la costanera o el bulevar, esta vez se decidió trasladar el evento al otro extremo de la ciudad: la columna de más de dos cuadras partió desde el Hospital Iturraspe, pasó por el Cullen, la Legislatura y terminó frente a la Casa de Gobierno y los Tribunales, en la Plaza de Mayo.
El recorrido no fue azaroso, los efectores de salud son los que deben garantizar el acceso a los tratamientos de hormonización y a las cirugías de reafirmación de sexo de la población trans, algo que, según denunciaron en el documento, está sucediendo con dificultades. En este sentido, se reclamó que haya solo una persona especializada en hormonización en la ciudad, la discontinuación de medicamentos y los tiempos de espera de hasta dos años y las dificultades para acceder a cirugías complejas que, en su mayoría, no se realizan en Santa Fe. “Queremos poder operarnos en nuestra ciudad, no tener que ir a Rosario mediando interminables trámites por pasajes, sin cubrir alimentos, ni ninguna otra necesidad a la hora de viajar a esas tantas consultas, cuando es derecho de todes poder acceder a las cirugías”, indicaron.
Cuerpos vulnerados
El colectivo trans sigue siendo el más expuesto a vulneraciones, más aún en un contexto de ajuste, empobrecimiento y represión. La baja expectativa de vida, la prostitución como obligado medio de subsistencia, la falta de acceso a la educación y al trabajo siguen entre los principales reclamos. “Denunciamos un genocidio trans-travesti, la desaparición de nuestros cuerpos, de nuestras identidades, llevada a cabo por el Estado”, comentaba Victoria Stéfano, militante de La Poderosa. “Volvemos a escuchar de compañeras en situación de prostitución reprimidas en la ciudad de Esperanza y en la ciudad modelo del socialismo, Rosario, así como de compañeros trans detenidos en el norte de la provincia. Este contexto de ajuste y hambre golpea a nuestras identidades”.
Según indicó Stefano, el censo trans realizado en la ciudad arroja cifras alarmantes que dan cuenta de esta realidad. “Solo el 3% de la población accedió a la educación superior, el 97% jamás accedió al trabajo, la mayoría de la población trans abandona la educación media porque tiene que prostituirse a temprana edad. La expulsión de la familia nuclear, la expulsión del hogar, es lo que promueve estas condiciones en las cuales nos vemos forzadas a la prostitución infantil”.
En la lectura del documento se hizo un fuerte reclamo al Estado provincial por el desfinanciamiento de la Subsecretaría de Diversidad Sexual, señalando que se aplican “políticas paliativas” que resultan insuficientes. “Entendemos que hay ciertas cuestiones que no bastan, hay políticas que no están alcanzando para garantizar nuestros derechos en un contexto de recorte y represión”, señalaba Leandro Wolkovicz, de la agrupación El Orgullo.
“Las becas estudiantiles de la Subsecretaría terminan por ser una herramienta inútil, que no sirven a la inserción educativa, que no responden a las necesidades que tenemos en este contexto neoliberal, ninguna educación se sostiene con 2500 pesos cada dos meses. Entendemos que estas políticas paliativas terminan por no servir para nada, y cuando estamos ante una emergencia, una voladura de techo, una compañera que necesita salir del lugar donde está, ni siquiera tenemos una caja a la cual recurrir dentro de nuestra propia ciudad”, agregó Stéfano.
Ideología del odio
La campaña en contra de la legalización del aborto mutó en una afrenta de los grupos conservadores hacia otros derechos, conquistados y por conquistar, que afectan al colectivo de la diversidad sexual. El rechazo a la educación sexual integral, a la cual tildan de “ideología de género”, la reivindicación de la familia heterosexual, de la unión varón-mujer y el explícito pedido de derogación de la ley de identidad género, son el núcleo de discursos discriminatorios y patologizantes que terminan promoviendo la violencia hacia las disidencias sexuales y el movimiento feminista.
Ante esto, se reclamó por la sanción definitiva de dos leyes que el Senado provincial dejó fuera de las sesiones ordinarias de este año: el cupo laboral trans y la educación sexual integral. “La ESI viene a destapar y a terminar con el miedo, el silencio, la complicidad intrafamiliar y las atrocidades que se comenten sobre niñes y adolescentes. En lo que va del año solamente en nuestra provincia se han tomado 400 denuncias de casos de violación, abuso y violencia hacia niñes y adolescentes que salieron a la luz gracias al trabajo que cientxs de docentes hacen día a día enseñando educación sexual integral en las escuelas de nuestra provincia”, se manifestó en el documento central de la Marcha.
Sobre el cupo laboral, que obtuvo la media sanción de la Cámara de Diputados a fines de septiembre, indicaron: “en sus manos senadores y senadora está el futuro de 798 personas trans, travestis y de género no binarie. En sus manos está abolir la prostitución obligatoria como destino. En sus manos está revertir la vergonzosa expectativa de vida de las travas y les trans santafesines. En sus manos está cambiar la historia para siempre”.
Para les militantes, la presencia en las calles, en los espacios de toma de decisiones, en las organizaciones y partidos políticos, es la clave para frenar estos retrocesos en materia de derechos y para seguir luchando por todos los que aún faltan. “Esta ideología del odio se enfrenta con orgullo, con presencia, con visibilidad y también con un poco de valor, desgraciadamente”, señalaba Wolkovicz. “Hay una frase feminista que dice ‘quiero ser libre, no valiente’, pero estamos en un momento en que hay que ser valientes, estar acá, pararnos frente a la iglesia cerrada con cadenas, diciendo lo que hay que decir”.
Stéfano, por su parte, concluyó: “El retroceso en materia de derechos que buscan estos sectores se vuelve un peligro para nuestras vidas, para nuestro habitar en la sociedad. Retomamos las palabras de Carlos Jáuregui y de compañeres que sobrevivieron a épocas nefastas de nuestra historia para decir que siempre el orgullo va a ser nuestra respuesta política”.
La salud no resiste ajustes
El subcomité HIV Sida del Hospital Iturraspe publicó la semana pasada datos alarmantes: en el área de Infectología de ese nosocomio se detectaron, en 2018, 53 nuevos casos en la ciudad de Santa Fe, lo cual implica un aumento del 60% en comparación con el año 2017. De esos nuevos casos, el 60% son hombres.
Según las estadísticas del ex ministerio de Salud de la Nación, gays y personas trans son el grupo proporcionalmente más afectado por la epidemia y en el país mueren seis personas por día a causa de enfermedades relacionadas al sida. “En el presupuesto 2019 se recorta el 30% en los tratamientos retrovirales”, indicó Wolkovicz. “Por ley, desde hace muchos años, en Argentina el Estado garantiza y cubre el acceso total al tratamiento frente al VIH, este recorte significa que la responsabilidad recae en las provincias. Eso estaría cubierto en Santa Fe, pero hay otras provincias en que no, y eso pone en riesgo la vida de las personas viviendo con VIH, es dramático; por eso nosotros tomamos esta reivindicación”. El reclamo es la aprobación de una nueva ley de VIH, ITS y Hepatitis Virales que impulse la producción pública de medicamentos antirretrovirales, que garantice la participación de personas viviendo con VIH en la toma de decisiones e implementación de políticas públicas y que incorpore una perspectiva de derechos humanos.
Fotos: Mauricio Centurión.