Científicos comprometidos con la sociedad y la naturaleza se oponen al modelo de ciencia al servicio de las industrias contaminantes y promueven la construcción de conocimiento.
“Estamos comprometidos con la construcción de otro modelo de investigación científica que esté al servicio de los pueblos, pero que, fundamentalmente, sea construido junto a los pueblos”. Así lo afirmaron científicos, docentes e investigadores latinoamericanos durante el Primer Encuentro por la Ciencia Digna para la Salud de la Madre Tierra, que se realizó en Rosario, los pasados 12 y 13 de noviembre.
Durante dos jornadas, biólogas, bioquímicos, ingenieras y médicos, entre otros, compartieron trabajos que demuestran la contaminación ambiental y los daños a la salud que genera la aplicación de agrotóxicos, investigaciones que abordan el problema de la supuesta seguridad de los transgénicos y estudios sobre las arquitecturas legales para el avance de las industrias extractivas en el continente (minería, petróleo, forestales, agricultura industrial). Al mismo tiempo, debatieron sobre el rol de la ciencia en este contexto: cómo se construye conocimiento, para qué y para quién.
El encuentro comenzó con un panel a cargo de Alicia Massarini, doctora en Ciencias Biológicas, investigadora del Conicet y profesora de la Maestría en Política y Gestión de la Ciencia y la Tecnología de la UBA, junto al médico Damián Verzeñassi, director del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), uno de los organizadores del evento.
“Ciencia, ¿para qué?”, fue la pregunta inicial del encuentro, que cerró con una Declaración en la que denunciaron: “La tecnociencia, aquella que debiera aportar las soluciones que necesitamos (y que están al alcance de nuestras posibilidades reales de instrumentación) se empeña en proponer falsas soluciones”. Entre esas falsas soluciones mencionan a la geoingeniería, nuevos transgénicos producidos por edición genética, la agricultura “climáticamente inteligente”, los alimentos biofortificados o la biología sintética.
Los participantes del encuentro, que a su vez integran la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza de América Latina (UCCSNAL), la Red de Salud y Ambiente de ALAMES y Acción por la Biodiversidad, entre otras organizaciones, denuncian que el modelo científico detrás de esas falsas soluciones no aborda las causas concretas de los problemas que enfrenta la humanidad. “No cuestionan las relaciones de poder, ni las desigualdades, ni el paradigma, ni la colonialidad, ni el patriarcado que hoy se impone como sistema único de vida; recurren permanentemente a la mentira para imponer sus propuestas e implican siempre ‘soluciones de mercado’, con grandes corporaciones impulsándolas y haciendo negocios millonarios con ellas”, afirman.
Contrastes
El mismo día en que comenzó el Encuentro por la Ciencia Digna, el gobierno provincial presentaba, en Santa Fe, el programa de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA), promovido por las mismas empresas que producen y venden semillas transgénicas y agroquímicos. El gobierno, parte del INTA y las empresas afirman que si se aplican BPA no es necesario, por ejemplo, alejar las fumigaciones de las poblaciones. Asambleas de vecinos y organizaciones que integran la Campaña Paren de Fumigarnos denuncian que este programa es un intento para lavar la imagen de una producción basada en el uso de venenos.
“Mientras (la ministra de Producción de Santa Fe, Alicia) Ciciliani defendía las BPA, Damián Marino (investigador de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y el Conicet), exponía más de 20 trabajos que demuestran que es imposible controlar las moléculas de veneno una vez que son liberadas de las máquinas”, señaló Verzeñassi. Marino es el responsable del estudio que demostró que buena parte de la cuenca del Paraná está contaminada con glifosato, uno de los herbicidas más usados en el campo.
Durante el encuentro también expusieron Pablo Galeano, bioquímico de la Universidad de la República, de Uruguay, y Rafael Lajmanovich, investigador del Conicet y docente de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL. “Prácticamente no hay argumentos que puedan defender el uso de estas sustancias tóxicas”, respondió Lajmanovich al ser consultado sobre la aplicación de agroquímicos. “Muchas de ellas siguen teniendo la misma tecnología que se usaron durante las guerras”.
Lajmanovich y su equipo llevan años estudiando el impacto de los agrotóxicos en la fauna. Sobre el encuentro, destacó la participación de científicos no sólo de Argentina, sino de también de Uruguay, Paraguay y Brasil: “Debatimos problemáticas comunes a Latinoamérica, relacionadas al modelo extractivo y la mala distribución de la riqueza. Para que el paradigma de la ciencia sea otro y no la ciencia al servicio de ese modelo que genera enfermedad, pobreza y desigualdad.”
Otro de los paneles que cuestionó el uso de agrotóxicos fue el integrado por Marianela Lasagna (Conicet-UBA), Jorgelina Varayoud (Conicet-UNL) y Arístides Pochettino (UNR), quienes explicaron cómo el 2,4-D, el pirifós y el glifosato afectan al sistema endócrino.
Stela Benitez-Leite, médica de la Universidad Nacional de Asunción, Paraguay; María Fernanda Simoniello (UNL) y Leonardo Melgarejo, de la Asociación Brasileña de Agroecología expusieron sobre “Leyes, Derechos y una ciencia que envenena” y Wanderlei Pignatti (Universidad Federal de Mato Grosso, Brasil), Delia Aissa (Universidad Nacional de Río Cuarto) y Elda Cargnel, médica del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez (Buenos Aires), estuvieron a cargo de la mesa “Territorios contaminados, poblaciones enfermas”.
Hubo también paneles sobre los contextos actuales de investigación científica y los desafíos que plantea el extractivismo en la actualidad.
Congreso y encuentro 2019
Al final del encuentro se anunció la realización, en junio del año que viene, del V Congreso Internacional de Salud Socioambiental en Rosario, bajo el lema Ciencia Digna para la Salud de los Ecosistemas. La fecha exacta aún no se definió.
“Convocamos para encontrarnos nuevamente en el V Congreso Internacional de Salud Socioambiental y II Encuentro Intercontinental “Madre Tierra: Una Sola Salud” en Rosario en junio del 2019 e invitamos a volver a convertir a ese Encuentro en una fiesta de la diversidad y la alegría, bajo el lema “Ciencia Digna para la Salud de los Ecosistemas”, finaliza la Declaración.