El clavado es una disciplina que fue incorporada a los Juegos Olímpicos en 1904, cuando fue sede San Luis (EEUU). Pasaron 25 olimpíadas y la actividad se fue perfeccionando, los saltos fueron cada vez más sofisticados y lentamente se transformaron en un deporte atractivo para el público, y cuando apareció la televisión, mucho más.
Los saltos olímpicos se dividen en 6 grupos y pueden tener 4 posiciones corporales al momento de su lanzamiento. De la forma que sea o en la posición que quieran lanzarse a la pileta, siempre, pero siempre, habrá agua. Aquí, en la República Argentina de Mauricio Macri, el gobierno de la Alianza Cambiemos les está vaciando las piletas a los deportistas argentinos.
El negocio
De manera autoritaria, sin consultar a los que entienden, a través de una Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU 92/2019), el gobierno nacional eliminó la Secretaría de Deporte y creó la Agencia de Deporte Nacional. La Agencia será un “organismo descentralizado y autárquico en el ámbito de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación” y tendrá a su cargo “el diseño, coordinación y ejecución general de las políticas públicas en materia deportiva”.
A la Agencia se le otorgará “plena capacidad jurídica para actuar en los ámbitos del derecho público y privado” además de señalar que “su patrimonio estará constituido por los bienes que se le transfieran y los que adquiera en el futuro por cualquier título”. Diógenes de Urquiza Anchorena, último secretario de Deporte del gobierno argentino, se encargó de iniciar el trámite formal para que el decreto lo firme Mauricio Macri. Pero previo a la firma del presidente, la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) había estudiado el plan que terminó en DNU. Como diría la popular, “al mago le descubrieron el truco”.
En diálogo con medios nacionales, el ex secretario de Deporte de Cristina Fernández, Claudio Morresi, dijo que “Macri firmó el decreto para hacer negocios. El deporte es una herramienta para el desarrollo humano, no hay ningún negocio inmobiliario que beneficiará a 400 ricos que tenga más valor que los miles de jóvenes, niños y personas adultas puedan mejorar su calidad de vida a través de la actividad física”.
El patrimonio inmobiliario que representan los lugares de entrenamiento para atletas, los espacios recreativos y hasta turísticos -terrenos que superan con holgura las 800 hectáreas- y que ahora serán administrados por una Agencia mixta tiene un valor económico multimillonario.
El artículo determinante para la maniobra inmobiliaria de los amigos de Macri y sus amigos es el 15º, ahí fija los recursos operativos que tendrá la Agencia. En la cláusula C, inciso II, manifiesta que serán posibles “las ventas, locaciones u otras formas de contratación de sus bienes muebles y servicios”.
Algunos de esos bienes a los que hace mención el DNU están las instalaciones del Cenard, ubicado en el caro barrio porteño de Núñez (11,5 hectáreas), en los predios de Ezeiza donde se levantan los Centros Argentinos de Deportes en la Naturaleza (Caden 1 y 2) y el estadio nacional de béisbol (582,26); más el Centro Nacional de Desarrollo Deportivo (CeNaDe) de Esteban Echeverría (38,33) y la pista nacional de remo del Tigre (124). Unas 825 hectáreas en total.
No le pidas medallas
En el año de los Juegos Panamericanos de Lima (2019) el presupuesto para el deporte argentino derivó en la suma de 991 millones de pesos, 106 millones de pesos menos que el año anterior. En tres años de gobierno las partidas destinadas al área bajaron de 1.315 millones de pesos en 2016, a 1.433 millones de pesos en 2017 (si bien es un crecimiento nominal, quedó muy por debajo de la inflación del año anterior, que fue del 40%) y a 1.097 millones de pesos en 2018.
Para dimensionar el achique presupuestario, se pueden comparar las cifras en dólares: en 2016 Carlos Mac Allister administró 1.315 millones de pesos (equivalentes a 87,6 millones de dólares); en 2017, el presupuesto del “Colorado” fue de 1.433 millones de pesos (unos 75 millones de dólares); en 2018, 1.097 millones (unos 27,4 millones de dólares).
Mientras tanto, ni los dirigentes, ni los entrenadores y mucho menos los deportistas son consultados. Desde hace un tiempo se escuchan las quejas de los protagonistas, algunos con algo de miedo a que le quiten lo poco que les dan, otros con la valentía de la voz bien alta, lo cierto es que todo lo que había avanzado el deporte nacional durante varios años ahora se ve arrasado por estas topadoras ejecutivas de bienes y derechos.
Como en todos los rubros, la Alianza Cambiemos demuestra con hechos que gobierna para pocos, que no son ingenuos, ni incapaces, ni nada que se le asemeje. Cambiemos es un gobierno que te tira a la pileta mientras te la van vaciando.