Entre enero y noviembre de 2018 se registraron 34 femicidios en la provincia. Supera la media nacional.
Este año, en la provincia Santa Fe, en los primeros once meses se cometieron 34 femicidios, apenas cuatro menos que los registrados en todo 2017, según el relevamiento que lleva adelante el equipo de la concejala rosarina Norma López.
De ese total, la mitad fueron perpetrados con armas de fuego y la mayor cantidad de casos se reparten entre los departamentos Rosario y La Capital, con 15 y 11 muertes respectivamente.
El informe también destaca que a nivel provincial se registró un 17% más de femicidios que en la media nacional.
Por otro lado, según el mismo relevamiento, en todo el país la cifra de mujeres muertas a causa de la violencia machista asciende a 267. De estos crímenes, 82 se cometieron con armas de fuego, es decir un 30% del total. En el 35,5% de los casos, la víctima murió ahorcada, estrangulada y/o golpeada, el 24,3% remitió a un arma blanca como elemento mortal, el 7,1% consistió en casos en los que la mujer fue incinerada y el 2,2% de los casos relevados refirieron a abortos clandestinos.
Otro de los datos que se desprenden del informe es el de la cantidad de hijos e hijas que quedaron huérfanos ante el crimen de su madre. A nivel nacional se contabilizaron 83 casos de víctimas de femicidio con hijos menores de 16 años. Del total, siete eran mujeres embarazadas de entre cinco y ocho meses. Asimismo, a nivel provincial se registraron once casos de estas características.
Junto a las muertas que cada año se cobra la violencia machista, este 2018 deja también uno de los fallos más misóginos de los últimos tiempos. El lunes 26 de noviembre se conoció la sentencia del juicio por la muerte de Lucía Pérez. Los jueces Pablo Viñas, Aldo Carnevale y Facundo Gómez Urso absolvieron a los tres acusados de su violación y muerte, y sólo dos fueron condenados por tenencia de estupefacientes para la venta. En el fallo, los magistrados señalaron que Lucía era una chica con personalidad, que a pesar de tener 16 años había mantenido relaciones con hombres mayores y que nunca hacía cosas en contra de su voluntad. Además, agregaron que el gesto de uno de los acusados de haber comprado Cindor y facturas daba cuenta de que no habían violentado a Lucía.
Así como su muerte movilizó el primer Paro de Mujeres en 2016, el fallo que dejó impune su muerte volvió a lanzar a las mujeres a las calles. Así, y casi contrarreloj, el lunes 3 de diciembre las asambleas feministas de todo el país convocaron a un nuevo Paro Nacional de Mujeres, el segundo de la historia del país, el cuarto sumando las convocatorias internacionales de 2017 y 2018. Aún con el poco tiempo con el que se contó para realizar la convocatoria, la marcha del miércoles 5 en Santa Fe logró convocar más de dos cuadras de manifestantes, entre
organizaciones sociales, políticas, gremiales y estudiantiles, entre otras.
El foco de los reclamos y las consignas fue el Poder Judicial, uno de los espacios institucionales que más se resiste a los cambios que el tiempo histórico, marcado por los reclamos en materia de derechos del movimiento de mujeres y disidencias sexual, le demanda.
Además del repudio por el fallo del femicidio de Lucía, frente a los Tribunales santafesinos se recordó también a las víctimas locales. Se pidió justicia por Carla Rivas, Vanesa Castillo, Beatríz Ramos y Rosalía Jara; por la aparición de Natalia Acosta y por el travesticidio de Kuki Boneto, aún sin resolución.
El Ni Una Menos sigue más fuerte que nunca porque ante las muertes que no cesan, la avanzada antiderechos y la justicia patriarcal, misógina y machista, las mujeres argentinas le oponen más feminismo.