Debido a una fuerte merma en la venta de leches fluidas, el consumo de lácteos en general volvió a caer, acumulando tres años consecutivos para atrás. La baja respecto de 2015 alcanza el 8,87%.
Cada vez se venden menos lácteos. En 2018 las ventas de leches fluidas cayeron 3,44% respecto de 2017 y el de leche en polvo un 27,1%, según los datos oficiales de la Secretaría de Agroindustria. Otro producto emblemático, el yogurt, cayó un 7,79%. En su conjunto, si se consideran la totalidad de los productos relevados, las ventas cayeron en el último año un 4,86%.
Sobre todo en el producto emblema del sector, las leches fluidas, se nota el potente impacto de la crisis. No debe olvidarse que, según el Indec, el precio de venta de un sachet de litro de leche aumentó un 47% el año pasado, a tono con la inflación de 2018 (ya con los datos de enero, se nota una suba interanual peor, que alcanza el 53,87%). Desde 2015, la cantidad de leche fluida vendida cayó un 14,13%. No sólo que es una cifra monumental que marca la crisis del sector, sino que también señala que la población está cambiando su forma de alimentarse debido a la malaria.
Si bien se registran alzas en el dulce de leche o el queso cremoso, por ejemplo, tomando otra vez la totalidad de los productos lácteos se verifica una merma en la comparación entre 2018 y 2015 que alcanza el 8,87%. En 2016, la caída respecto de 2015 fue de 3,44%. En 2017 la merma fue de 0,8% respecto de 2016 debido a las anormales cantidades de leche polvo vendidas en junio, julio y agosto (es decir: reparto de leche antes de las elecciones). En 2018, la merma fue 4,86%, como se señaló. Así se redondean en caídas los tres años del modelo Cambiemos.