Las cifras surgen de un relevamiento de la organización Mumalá. En los dos primeros meses del año la violencia machista se cobró 45 vidas.
En el comienzo de una semana marcada por la lucha feminista, en el marco del Paro Internacional del 8 de marzo, Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana) dio a conocer las cifras de femicidios en el país.
Según el observatorio de esta organización, en los primeros 59 días del año hubo en Argentina 45 femicidios y hay otros 12 hechos que tuvieron a mujeres como víctimas que están a la espera de peritajes para determinar si se trató o no de casos de violencia de género.
Los datos del Registro Nacional de Femicidios del Observatorio Mumalá surgen del seguimiento de medios gráficos y digitales realizado entre el 1 de enero y el 28 de febrero de 2019. De ese total de crímenes 40 fueron femicidios, 2 tran-travesticidios,1 femicidio vinculado de niña/mujer y 2 femicidios vinculados de niño/varón.
Como parámetro para las estadísticas, las Mumalá se basan en lo que el Código Penal interpreta como femicidio, esto es, lo que está estipulado en la última modificación del artículo 80, que incorporó en el inciso 11 la pena a prisión perpetua para el hombre que mate a una mujer mediando violencia de género.
Los números hasta ahora son similares a los de 2018, cuando se contabilizaron 259 femicidios, lo que se tradujo en un femicidio cada 34 horas en Argentina.
“Año tras año nos encontramos con que aumentan los femicidios en los que la víctima había denunciado al victimario por violencia de género”, indicó a El Ciudadano Sofía Botto, coordinadora de Mumalá en Rosario. En 2016, en el 12 por ciento de los hechos se había registrado una denuncia previa, mientras que en 2018 se trató del 22 por ciento de los casos.
Datos duros
En el desgloce de los crímenes, se puede identificar que, una vez, el lugar más peligroso para las mujeres es su propia casa. En el 44% de los casos el femicidio se produjo dentro de la vivienda de la víctima y otro 20% en la vivienda compartida con el femicida. De esto se desprende que en el 60% de los casos el agresor fue un varón con el cual la víctima tenía (35,5%) o había tenido una relación de pareja (24,5%).
El 40 por ciento restante de los crímenes fueron cometidos por familiares de las víctimas (15,5%) y conocidos (13,5%). Sólo en el 11 por ciento de los casos víctima y victimario eran desconocidos entre sí.
Las modalidades más frecuentes para cometer estos crímenes fueron mediante el uso de armas de fuego (35,5%), arma blanca (20%), golpes (17,8%) y quemadas (11,1%).
El 49% de las víctimas tenía entre 19 y 40 años, el 9% había realizado denuncias previas, el 7% contaba con medidas de protección o cautelares y el 11% de los femicidas pertenece a fuerzas de seguridad.
Las cifras “hacen evidente la urgencia de medidas concretas y efectivas para la prevención, asistencia y erradicación de las violencias contra las mujeres e identidades disidentes”, indicaron desde Mumalá. “Ante el preocupante silencio del gobierno de Mauricio Macri y de referentes de los organismos públicos que deben implementar y monitorear las políticas necesarias para vivir libres de violencias, creemos importante multiplicar las acciones que obliguen al Estado a dar respuestas ante la gravedad de la situación”.