El producto bruto interno (PBI) se retrajo 2,5% en 2018, en una caída cada vez más acelerada que en el cuarto trimestre llegó a marcar un 6,2% de merma respecto de 2017. Todo fue para atrás en el año, sobre todo la inversión, que cayó un 5,8%.
El modelo Cambiemos no da para más. La crisis creada por las políticas de timba financiera destrozaron la economía real, que hoy es un 1,9% más chica que la que recibió Mauricio Macri en 2015. El desplome del PBI per cápita es, indudablemente, mucho mayor. En el horrible 2018, la economía cayó 2,5% en términos globales, sobre todo por el ajuste del Estado (caída del 3,3% del consumo público) y la merma en la inversión (-5,8%).
El cierre del año fue de lo peor. La retracción en el cuarto trimestre llegó al 6,2%, por lo que el primer trimestre de este año también tendrá cifras tremendas, el segundo trimestre seguirá siendo espantoso, en realidad todo este año va a ser una porquería en materia económica y el 2020 probablemente también, con reestructuración de deuda o default simple de por medio. Cambiemos creó un monstruo idiota que sólo se sostiene por endeudamiento externo o con burbujas de deuda en pesos.
El consumo privado –tu bolsillo– se contrajo 10,5% en el cuarto trimestre de 2018. Es una barbaridad, son cifras de quiebras masivas. Y todavía no se veía la ola de despidos que está rompiendo ahora. Los empresarios dejaron de invertir: en el cuarto trimestre la formación bruta de capital fijo (comprar máquinas) cayó el 25%. Es también otra cifra histórica. Las contracciones más significativas en la inversión se registraron en la compra de maquinaria nacional (cayó 14,3% en el año, 33% en el cuarto trimestre) y en la de transporte (cayó 23,8% en el año, 48,2% en el en cuarto trimestre).
Semejante nivel de destrucción económica y productiva no se veía desde la crisis de 2009, cuando según el nuevo Indec la economía se contrajo en un fenomenal 5,9%. Sin embargo, en ese entonces se enfrentó a una crisis internacional que volteó a todos los países de la región y a varios países de Europa. Para el 2010, la economía estaba creciendo al 10,1%. En 2018 enfrentamos el resultado de un saqueo organizado por una banda de timberos sin escrúpulos, que reventó el Banco Central, entregó las palancas del gobierno al FMI y generó las condiciones para que, de continuar por la misma línea, el 2019 y 2020 todavía sean peores.