La política de reparación documental de la universidad se enfocará en reparar los legajos de 128 miembros de su comunidad que fueron víctimas del terrorismo de Estado.
El proceso, impulsado desde el Programa de Historia y Memoria de la UNL, incluye el relevamiento de documentación, datos personales y normativas internas para la confección de nóminas. Este análisis interno sobre las personas de la comunidad universitaria que fueron perseguidas, cesanteadas y desaparecidas durante la última dictadura militar, emprendió un trabajo riguroso de reconstrucción documental relevando legajos y todos tipos de registros internos de la Universidad en el período 1974 - 1986.
La creación de la Comisión por la Reparación Histórica y Documental, en 2017, se formalizó como un espacio para la investigación y reflexión sobre la situación de los integrantes de la comunidad universitaria durante la dictadura cívico-militar, entre los que se contemplan docentes, empleados no docentes, estudiantes y empleados de la radio LT10.
Según Fabiana Alonso, la Directora de Historia y Memoria, es importante “poder contar con información fehaciente para realizar la reparación documental de los legajos de todos aquellos miembros de la comunidad universitaria que fueron excluidos compulsivamente. A esto hay que agregar que se dieron otras formas de exclusión que no quedaron registradas en los archivos, porque se trató de docentes que fueron excluidos de la Universidad por no haberse renovado los contratos. Nosotros recabamos algunos testimonios al respecto e hicimos una búsqueda documental para avanzar en ese sentido. Lo que resta es
realizar la reparación documental de los legajos”, dijo.