Indicador directo de la construcción, y de la recesión, los despachos de cemento no levantan cabeza. Pese a que no tuvieron una merma significativa en febrero, se acumula un mes más de caídas a la serie negativa iniciada en mayo de 2018, cuando empezó a impactar de lleno la crisis.
Con una mínima merma de 0,23% respecto de febrero de 2018, en el mes pasado se despacharon 929.491 toneladas de cemento. En el primer bimestre del año la caída es del 8,57%. Cambiemos se apresta así a terminar su mandato sin que se hayan superado nunca las cifras de 2015 en este sector (como en tantos otros de la economía).
En mayo de 2018 comenzaron las cifras negativas, cortando una racha que fue de marzo de 2017 a abril de 2018. Los años electorales suelen ser generosos para la construcción, la obra pública dinamiza el sector. Sin embargo, en 2019 hasta el presupuesto está ajustado, ya ni siquiera es necesario hablar de subejecución. Lo cierto es que los primeros dos meses del año dieron negativo, 15,96% para atrás en enero y 0,23% en febrero. ¿Anuncian esta cifras un giro positivo para marzo? Habrá que esperar, pero suena muy poco probable.