Las Paso del 28 de abril son una de encuesta amplia de cara a las elecciones generales de junio. Los resultados reflejarán la postura de la ciudadanía ante la situación actual de la provincia, pero también servirán como una evaluación de los 12 años del Frente Progresista y del proyecto que Cambiemos busca imponer en Santa Fe. El PJ va a la disputa con expectativas y en unidad.
Habrá candidatos que festejen y otros que deberán resignarse, pero las elecciones primarias del domingo 28 no son otra cosa que una gran encuesta en miras a las generales del 16 de junio. No habrá vencedores, pero sí surgirán de las urnas los nombres que se posicionarán con mayores expectativas para la segunda etapa de la campaña.
Solo el justicialismo tiene internas en la categoría de gobernador. Los otros seis frentes políticos que se presentan a elecciones definieron una sola lista y solo deberán superar el umbral de votos necesarios para competir en junio.
A un año exacto del momento en que empezó a acelerarse la crisis económica, la incógnita pasa por cómo repercutirá la situación social y el bolsillo en el humor electoral y qué espacio conectará mejor con los ciudadanos. ¿Voto castigo? ¿Para quién o para quiénes? ¿Voto útil? ¿Y en cuál sentido?
¿Qué pesará más: la situación nacional o el rumbo de las gestiones locales?
El gobierno del Frente Progresista pone en juego sus 12 años en el poder ante un peronismo que llega unido por primera vez en muchos años. El gobierno nacional va perdiendo por goleada las elecciones anticipadas en otras provincias y Santa Fe puede resultar otra mala noticia para el presidente. Sin embargo, a diferencia de otras provincias, aquí Macri se involucró de lleno: primero ordenando la interna de Cambiemos y luego apoyando activamente a sus candidatos. Contados los votos se sabrá si eso ayudó o no.
Frente Progresista
“Cuidar lo conseguido” en materia de derechos y “cambiar la matriz productiva” para mejorar la economía son los lemas del candidato a gobernador del oficialismo, Antonio Bonfatti. Con la diputada radical Victoria Tejeda como compañera de fórmula, el ex gobernador va en busca de un cuatro mandato socialista en la provincia.
En trueque político, el gobernador Miguel Lifschitz quiere suceder a Bonfatti al frente de la Cámara de Diputados; su partido real es en junio, aunque los números de las Paso serán también una referencia de su peso específico como figura política de proyección nacional.
Más allá de ese punto, Lifschitz busca repetir la performance de Bonfatti cuatro años atrás (se impuso en la categoría de diputados y fue el candidato más votado en forma individual), para asegurarle al Frente Progresista mayoría propia en la Cámara baja.
De modo opuesto a Cambiemos, el Frente Progresista hace campaña sin referencias nacionales. El aval de Lifschitz a Roberto Lavagna, como alternativa o “tercera vía”, no ha tenido ninguna incidencia. El socialismo reniega del pasado K y del presente M, pero en la campaña el eje es la gestión del 2007 a la actualidad y la promesa de una continuidad como en Río Negro y Neuquén, dos provincias con escenario electoral de tercios en las que se impuso el partido de gobierno.
Juntos (PJ)
Omar Perotti y Alejandra Rodenas versus María Eugenia Bielsa y Danilo Capitani. Ese es el único partido que se define el domingo.
El peronismo selló la unidad después de 12 años, pero no hubo acuerdo por la candidatura mayor. Será la ciudadanía quien decida entre el senador oriundo de Rafaela y la arquitecta rosarina, vicegobernadora en el período 2003-2007.
A diferencia de las elecciones de 2011 y 2015, el PJ llega unido a las urnas y se entusiasma con capitalizar el malhumor generado por el desastre de la gestión nacional y sus consecuencias directas en la provincia.
Perotti hace eje en políticas para potenciar la producción. Es crítico del “gasto” socialista y propone otras prioridades, como potenciar la industria y el comercio, la mano de obra local, la producción primaria y sus derivados. Estado al servicio de la economía y sector privado pujante.
El armado de Perotti es amplio (peronistas ortodoxos, kirchneristas, UPCN, senadores, intendentes) y eso le aporta polifonía a una campaña que de otra manera sería monótona. Enfrente está Bielsa, cuyo regreso a la política electoral es la gran novedad, acaso la única, de 2019.
Bielsa y Perotti castigan al gobierno provincial por la seguridad y prometen soluciones rápidas. En ese punto comparten discurso con Cambiemos. Sin embargo, no hay certezas de cómo va a influir ese tema al momento de marcar la cruz. Por ahora los precandidatos prometen, pero no muestran proyectos concretos para resolver el problema de la violencia y el delito.
Mientras Perotti hace hincapié en potenciar una economía estancada a causa de la situación macro, Bielsa promete austeridad y orden en el gasto, con nutridas referencias a su gestión durante el segundo mandato de Jorge Obeid.
¿Qué perfil prevalecerá en esa interna? Todos los sondeos indican que, sumados los votos de Perotti y Bielsa, el PJ será la fuerza más votada en las primarias. A partir del 29 de abril empieza otra campaña en la que se verá, primero, si la unidad es real, y luego si eso se fideliza en votos.
Cambiemos
José Corral y Anita Martínez tienen la difícil tarea de vender la marca Cambiemos, en franca caía después de las elecciones intermedias de 2017. El intendente radical no abjura de su adhesión; por el contrario, con el visto bueno de la Rosada logró encolumnar al PRO detrás de su candidatura.
En la previa, pasearon por la provincia los principales referentes del gobierno, incluido el propio Macri. A diferencia de Río Negro o Entre Ríos, en Santa Fe el gobierno nacional sí se ha involucrado en la campaña local. El resultado que obtenga Cambiemos en las Paso será la medida exacta de la adhesión de los santafesinos a los “valores” que pregonan Corral y Anita en representación de los referentes macristas.
Será el electorado quien ubique a cada fuerza en su lugar de partida. Las elecciones de verdad son el 16 de junio.