Juan Pablo, Andrés y Martín son hermanos. Los primeros dos, de sangre, el tercero, del corazón. Formaron Toch en 2007, estuvieron cinco años viviendo en España y su música “es una canción de autor… de autores, bah. Somos cancioneros, tenemos bandoneón pero no hacemos tango”, resume Juan Pablo Theaux, bajista y ocasional guitarrista, también cantante, aunque los tres cantan. Charlando con Pausa, se declara más cercano al folklore y avisa que también les gusta visitar Jamaica y Londres.
Su doceavo aniversario los encuentra con un repertorio bastante afianzado, nutrido por cuatro discos (Brasil 2014, Toch, Amor Continental y Voy a encenderme) y con muchos buenos momentos cosechados, Juan Pablo señala la satisfacción de saberse en un trabajo que lo hace feliz.
Hablando un poco de las raíces, Juan Pablo cuenta por qué le dedica su vida al arte: “La música es la que hace latir mi ser desde niño, nos criamos en una familia en la que la música estaba presente todo el día y, aunque lo aprendimos desde el principio de nuestra vida, hoy siento también que es una elección consciente. Si lo mío fuera vivir de una huerta orgánica haría eso, pero haciendo música es como siento que estoy contribuyendo con algo para los demás”.
—¿Pensás que la música cumple alguna función en el mundo?
—La música es una entidad superior, excede a cualquier etiqueta o cosa que se puede decir sobre ella, pero, al mismo tiempo, todos conocemos el efecto que causa en las personas y del poder gigante que tiene.
Los cordobeses de Toch tocan el 7 de abril en Tribus con Los Gemelos.