Los docentes universitarios festejaron su día con un almuerzo en la sede de Adul.
Desde 2004, cada 15 de mayo se conmemora el día del docente universitario. “Nadie nos regaló el festejo de nuestro día”, recuerda Oscar Vallejos, Secretario General de Adul, en la celebración que se realizó el miércoles en la sede del gremio, y en la que participaron alrededor de 100 docentes de la UNL. Por militancia gremial se estableció ese día, en recuerdo de Juan José Cabral, estudiante de medicina asesinado por la policía en Corrientes, el 15 de mayo de 1969, durante una manifestación estudiantil. Fue en el marco del “Correntinazo”, antecedente del Rosariazo y del Cordobazo. “Hay en la fecha una memoria de que la universidad forma parte de los movimientos populares, y de que no es una isla”, subraya Vallejos.
“Estábamos haciendo un asado para cien y decíamos ‘solos es una utopía y un esfuerzo, de a dos es una alegría’”, cuenta Adriana Falchini luego del almuerzo. La docente de Letras, e integrante de la Comisión Directiva de Adul, se refiere al contexto de defensa de la universidad pública. “Para nosotros el día de hoy es eso: una reivindicación del trabajo, una persistencia en la lucha y un deseo militante e ideológico de que la distribución del conocimiento sea lo más amplia posible”, expresa. Ayer y hoy la docencia universitaria está de paro y movilización por mejoras salariales y mayor presupuesto para las universidades.
“Para mi que soy un docente que hace pocos años que está trabajando, y con un cargo de las categorías más bajas y por lo tanto de los menores sueldos, este día nos convoca en ese doble sentido: rememorar los días en el aula, el trabajo con los estudiantes, y también reencontrarnos con los compañeros y las compañeras de lucha” comenta Francisco Latosinsky, que dicta Mecánica de Fluidos en la FICH. “Si uno trabaja en buenas condiciones puede transmitir de la mejor manera lo que sabe o lo que pretende enseñar”, considera.
“Hoy festejamos en una idea de armar comunidad, una comunidad de intereses que convergen con los grandes intereses de los movimientos populares: la defensa de una sociedad más igualitaria, en la que la educación sea un derecho y no un privilegio, y donde se piense que quienes nos formamos en la universidad podemos efectivamente contribuir a una sociedad más justa” explica Vallejos. Luego agrega: “Dijo una de las compañeras, cuando mandamos la invitación para festejar hoy, en la que expresábamos esto de armar comunidad: ‘qué bien lo dicen cuando hay un proyecto político a nivel nacional, que es la destrucción de los tejidos sociales’. Para nosotros armar comunidad tiene que ver con eso: con armar un horizonte de diálogo para imaginar nuevos derechos, que es lo que nos espera”.