Una de las pocas industrias básicas desarrolladas del país lleva un semestre continuo de caídas, acompañando la recesión de la economía. La merma acumulada en los primeros cuatro meses es del 18,2%.
Según la Cámara Argentina del Acero (CAA), que nuclea a las principales empresas del sector, la producción siderúrgica argentina cayó un 8,3% en abril, en comparación con abril de 2018, y acumula una baja de 18,2% en el primer cuatrimestre del año respecto del mismo período del año pasado. Las bajas se registran en todos los productos del sector, como hierro, acero y laminados en frío y caliente. De esto modo, 2019 pinta para ser uno de los peores años dentro de la industria, en los penosos niveles de 2016 y 2009.
Según reportan desde la CAA, las bajas en la construcción, la producción automotriz, de electrodomésticos y de maquinaria agrícola son las claves de la malaria del sector, que sólo se sigue viendo beneficiado por la producción para el sector energético, específicamente para Vaca Muerta. Como en casi todos sus reportes, la CAA estima (todavía) que la reactivación está pronta a llegar y que ya se vislumbras mejoras en algunos indicadores.
También otra vez la CAA hizo popotitos por la política industrial de China. "China representa un problema por los subsidios que recibe su industria. Ello ha generado una pérdida del empleo y desarrollo industrial en otras partes del mundo donde la industria local no puede competir. El mundo ha buscado defenderse de la sobrecapacidad mundial de acero y algunos de los países han impuesto medidas para intentar enfrentar los efectos de este comercio desleal", dice en su reporte, después de celebrar cómo el Ministerio de Producción y Trabajo se comprometió a monitorear las importaciones dirigidas a la producción de gas y petróleo.