La serie terminó pero las preguntas siguen: ¿quiénes eran los candidatos más potables al trono? ¿traicionaron los realizadores la construcción que habían hecho? Ojo, está lleno de spoilers.
Tyrion, seguido por Jon Snow y Ser Davos, atraviesan la capital del reino en cenizas: un tipo caminando en carneviva, una nena calcinada con su caballito de madera. El final de la serie nos devolvió a Peter Dinklage demostrando por qué nadie más podría haber hecho un mejor Tyrion Lannister: estratega de punta a punta, se la jugó por sus convicciones apostando la cabeza varias veces (en dos juicios por combate), sobreviviendo a más batallas de las que nos hubiéramos imaginado (Batallas de la Forca Negra, la de Aguasnegras, Winterfell, el genocidio de Kings Landing...). Desde el llanto viendo a su par de hermanos muertos, la rabia en su mirada que nos hizo pensar más de una vez que iba a intentar asesinar por mano propia a la Khaleesi hasta su discurso de apertura de sesiones del consejo westerosi, el petiso nos volvió a regalar bocaditos de todas sus facetas.
Para empezar, la principal candidata durante las ocho temporadas de Game of Thrones: Daenerys Targaryen, perseguida y espiada desde su nacimiento, sobrevivió en el exilio y como a los 16 años se casó, se empoderó a partir de que se dio cuenta de que su hermano, anterior "heredero legítimo" al trono, era un imbécil; de ahí en adelante, aprovechó un combo de dragones (que no supo cuidar) y ejércitos sarpados legitimados con un carisma que no puede ser coacheado ni comprado. GoT nos mostró que ese carisma se gasta: de haber algún sonde de opinión pública, muy probablemente recurrirían rápido al "que se vayan todos". La Reina Dragón, concluimos haciendo una buena elipsis, dependía mucho más de su consejo íntimo -quien no murió la traicionó- que de la experiencia que creímos que había adquirido después de "liberar" a las grandes casas del continente aledaño. "Fuego y sangre", el lema de su casa valyria, fue la que definió su destino, aunque en orden inverso: fue a partir de asumir la locura propia de su linaje la que llevó a Daenerys a perder la prudencia que hace falta para no ser un tirano, por lo que quemó a una Kings Landing que ya se había rendido.
Snow es el apellido que se le da a los bastardos del país del Norte, un reino independiente del resto del continente que históricamente se caracterizó por su orgullo y su rusticidad. Jon presentaba una historia de vida ideal para un informe de noticiero de la tarde, de esos que tienen un final ejemplar por su capacidad de resiliencia, de sobreponerse al destrato por la presunta ilegitimidad de su concepción. Nacido de la pasión entre una Stark y un Targaryen, Jon Snow se crió con los valores del Norte que lo llevaron a desenlaces dramáticos propios de los Targaryen: primero peleó contra "el hielo", y en el camino perdió a su gran amor Ygritte; después, se rebeló y traicionó "al fuego", asesinando a su segundo gran amor Dany. "Siempre vas a ser mi reina", le dijo antes de clavarle el puñal en el estómago.
De los reyes que conocimos durante las ocho temporadas, podemos separar entre los guerreros ganan a las manos pero en la gestión andan flojos (Robert Baratheon, los kahls), los herederos suelen ser unos dañinos (Joffrey, Daenerys) y que los que menos interés tienen en sentarse en el trono son los mejores candidatos (Ned, Jon, Sansa, Bran... los Starks, bah). En esta lógica, creíamos que Jon Snow era el que iba a ganar el juego de tronos, aunque al mismo tiempo él era parte de esa rueda que se quería destruir. La famosa rueda, al final, fue una frase que se repitió tantas veces que perdió la gracia y terminó cambiando poco y nada.
Después de ver a Drogon fundiendo el Trono de Hierro, el consejo de los grandes lores se cagó de risa ante la propuesta de Samwell Tarly de inaugurar una democracia y un Lannister decidió el sistema completo de elección real, con lista única y todo. ¿Para qué resucitó Jon si no era para matar al Night King? ¿y su linaje Targaryen, que le puso en regla todos los papeles para que se siente tranqui en el trono, lo supimos para nada? En la vida misma estas cosas tampoco cierran, no nos olvidemos: parece que está todo dado para redondear destinos perfectos y termina no pasando nada.
En general, fue un final feliz. La familia que siempre tuvo el monopolio moral de la serie fue la que terminó ganando el juego de tronos, perdiendo en el camino a sus cabezas de casa e incluso renunciando al amor de familia. Mientras tanto, un rey con habilidades sobrenaturales empieza su reino purgado por el fuego, mientras la rosca de la mesa chica brota como un fruto verde.