Van 16 meses corridos de caída en las ventas del comercio minorista, desde noviembre de 2018 con mermas de dos cifras. Medidas en unidades, las ventas están por debajo de los niveles de 2009.
En los locales físicos del comercio minorista la caída de ventas en abril fue del 15%, el crecimiento del 0,3% de la venta online dejó el derrumbe en 13,4%. Esos son los datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) para abril pasado, en comparación con abril de 2018. La retracción es salvaje, las ventas están por debajo de los niveles de 2003. Sólo tres meses de la era Cambiemos fueron positivos.
"Los ajustes desmedidos en los alquileres y los costos financieros fueron dos factores de preocupación del comercio, además de las bajas ventas", señalan desde el organismo, que nunca pudo ocultar su suicida optimismo oficialista, ni siquiera en este último reporte: "Hay buenas expectativas por cómo impacten las recientes medidas económicas en el consumo", dicen en referencia al plan de Precios Esenciales.
Mucho más clara es esta descripción: "Las ventas en abril se mantuvieron muy quietas, incluso las ofertas agresivas tuvieron poco atractivo. Hubo muchos comercios liquidando mercadería al costo, con descuentos de hasta 60% que absorbieron completamente los empresarios frente a las urgencias de liquidez. Pero los compradores no aparecieron".
El 76,3% de los comercios consultados tuvieron bajas de ventas, el 14,2% se mantuvo en alza. Sobre el cierre de comercios, Came señala que también hay que considerar que los alquileres están influenciando en los traslados hacia arterias de menor costo de locación.
Las caídas más profundas de abril se registraron en calzado y marroquinería (-22,2%), joyerías, relojerías y bijouterie (-16,7%), bazares y regalos (-16,9%) y electrodomésticos, electrónicos, computación, y Celulares (-15,6%). Son todas cifras de quebranto. Otra vez más el consumo de alimentos y bebidas cayó, esta vez un impresionante 8,6%.