Desde la sanción de la Ley Justina, que estipula que todas las personas son donantes salvo que en vida hayan expresado lo contrario, aumentó el número de donantes.
Cada 30 de mayo se celebra en el país el Día Nacional de la Donación de Órganos, en conmemoración del nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante en un hospital público.
Justina Lo Cane –cuyo nombre impulsó la nueva ley– tenía 12 años cuando falleció el 22 de noviembre de 2017. Padecía una cardiopatía congénita y había estado internada más de tres meses en la Fundación Favaloro a la espera de trasplante de corazón. Su familia llegó hasta el Parlamento para lograr que todas las personas sean donantes.
La denominada Ley Justina, que obtuvo sanción unánime en el Congreso nacional entre mayo y julio del año pasado, establece que todas las personas mayores de 18 años son donantes de órganos y/o tejidos, salvo que hubieran expresado su voluntad contraria. De esa forma, aquellas personas que no quieran ser donantes deberán manifestarlo explícitamente. No será necesario que los familiares de una persona fallecida consignen una autorización para que se efectúe la donación.
La implementación de esta ley llevó a que las cifras de donantes de órganos se incrementaran en un 60% y se realicen 736 trasplantes en lo que va de 2019, 201 más que en igual período de 2018, antes de la aprobación de la norma.
Según informó el Incucai, en lo que va de 2019 (al 26 de mayo) se realizaron 356 procesos de donación de órganos que permitieron que 736 pacientes en lista de espera reciban un trasplante. De un promedio de 3,6 trasplantes diarios realizados en 2018, se pasó a 5 trasplantes diarios concretados este año.
Las jurisdicciones que tuvieron una mayor tasa de donantes en lo que va de 2019 fueron Formosa, Entre Ríos, Tucumán, Mendoza y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires las cuales superaron los 12 donantes por millón de habitantes.