Emilio Jatón ganó las primarias y lidera las encuestas para la elección de intendente de Santa Fe. En el debate televisivo, sus rivales lo pusieron en el centro de la escena. Fuertes discusiones sobre seguridad y economía.
Los debates de candidatos no tienen ganadores y perdedores. Es un error suponer que el electorado define su voto en base al intercambio de ideas, propuestas, críticas y chicanas que se suceden en los debates televisados, siempre guionados, con poco margen para la improvisación y la espontaneidad. El debate es, apenas, una instancia donde las campañas se entrecruzan a la vista del público.
El debate entre los cincos candidatos a intendente de Santa Fe tuvo esas características. Nadie ganó, nadie perdió. Pero quedó en claro que Emilio Jatón ocupó el centro, por ser el favorito en la carrera hacia la intendencia. Esa es la principal conclusión luego de dos horas y media de debate.
A diferencia de experiencias anteriores, el eje no fue la actual gestión de José Corral, sino lo que hará el ex periodista de Canal 13 en caso de ganar las elecciones. Jatón (Frente Progresista) llegaba al debate con la comodidad de haber vencido en las primarias del 28 de abril y de encabezar todos los sondeos para el 16 de junio. Su estrategia fue evitar los golpes directos y arriesgar lo menos posible.
El postulante de Cambiemos Albor Cantard, alineado con el intendente Corral y segundo en las Paso de abril, fue su principal contendiente. Los otros tres candidatos –el concejal Ignacio Martínez Kerz (PJ), Luz Balbastro (Unite) y la joven Eliana Ramos (Barrio 88)– llegaron a esta instancia con pocas chances electorales; también hicieron foco en la figura de Jatón y en sus posiciones políticas, aun más que en sus propuestas.
Seguridad y municipalismo
Si bien la organización dividió el debate en seis ejes, hubo dos que cobraron mayor relevancia en el intercambio de propuestas y acusaciones: seguridad y economía.
En el primer punto, todas las miradas se posaron sobre Jatón por ser el “representante” del gobierno provincial, que tiene a su cargo las fuerzas de seguridad. El ex conductor de Notitrece remarcó que es “un tema importante” y lo equiparó a la necesidad de generar empleo. No evitó los lugares comunes (“es un tema complejo que requiere soluciones complejas”) y desempolvó una ordenanza de 1998 que habilita la creación de un programa municipal de seguridad urbana, que según Jatón “nunca se utilizó”: un tiro por elevación a las gestiones del PJ y del radicalismo universitario.
Para Jatón, en ese aspecto, lo que debe hacer el intendente es “municipalismo básico” (iluminación, desmalezamiento, obras de transitabilidad) y articular con el gobierno provincial y con la Policía para ejecutar políticas de prevención más eficaces.
En materia de seguridad, los otros cuatro candidatos apilaron críticas a la gestión provincial focalizadas en la figura de Jatón. “El socialismo no nos cuidó”, dijo Balbastro. “Los jefes de la Policía cambian más rápido que los técnicos en Colón”, comparó Cantard.
En ese punto, Martínez Kerz se corrió de las cuestiones institucionales para hacer notar que “los vecinos viven con miedo”. Y Eliana Ramos propuso mayor participación ciudadana a través de las mesas barriales de seguridad. Fueron las únicas dos veces en que se abordó el tema desde el punto de vista de los ciudadanos; el resto de la discusión se centró en las responsabilidades políticas de cada estamento del Estado: municipio, provincia, Nación.
Como botón de muestra, este cruce entre Cantard y Jatón:
—¿No creés que deberías sentarlo a Antonio Bonfatti y decirle que la inseguridad es el gran problema de la provincia?
—Lo mismo deberías decirle al gobierno nacional, que no crea más juzgados federales en Santa Fe.
Santa Fe y Rosario
En toda campaña municipal hay un lugar común que no falla, que se repite casi de modo automático y que apela a las fibras íntimas del electorado, a su costado irracional y emotivo: la supuesta rivalidad entre Santa Fe y Rosario y cómo el gobierno provincial “favorece” a una o a otra ciudad.
El tema sobrevoló todo el debate, pero se hizo patente durante la discusión sobre finanzas públicas y economía. En ese punto, el foco no estuvo puesto en la gestión de Corral, ni en su buena o mala relación con la Nación; por el contrario, tal como ocurrió en el segmento sobre la seguridad, los cuatro candidatos apuntaron contra Jatón por ser el referente del gobierno provincial, al que acusaron de favorecer a Rosario en detrimento de la ciudad capital.
—Mucho dinero de Santa Fe fue a parar a Rosario –le tiró Martínez Kerz a Jatón–. Y a pocos días de las elecciones vienen y nos dicen que harán un montón de obras, como el gas para Colastiné.
—La provincia invirtió más de 9000 millones en Santa Fe en 150 obras –devolvió Jatón–. Si eso parece poco...
—Hablaste muy bien de los 9000 millones de pesos de inversión en Santa Fe –terció Cantard–. Comparemos con los 30 mil millones de pesos que le dan a Rosario solamente para salud.
En ese tono se fue diluyendo el debate. Quedó en claro que Jatón seguirá, de aquí a las elecciones, remarcando las ventajas de que la ciudad se ponga en línea con la provincia. Cantard hará lo propio con el gobierno nacional, aunque por ese lado no hay mucho para rescatar.
Educación y género
Otro de los ítems del debate fue educación y políticas de género. En líneas generales, todos destacaron la creación de jardines de infantes de gestión municipal en los barrios más postergados. Sobre ese punto, hay acuerdo casi absoluto en que debe ser una política de Estado que trascienda los colores partidarios.
El debate se caldeó cuando Luz Balbastro, la candidata del partido que propone a Amalia Granata como diputada provincial, dijo que su política de género será “defender las dos vidas”, pañuelo celeste en mano. Balbastro atacó sin piedad a Jatón al remarcar la posición del Partido Socialista a favor del aborto legal; el candidato evitó pronunciarse en términos personales y salió jugando una y otra vez con el latiguillo de que “es un tema para seguir debatiendo”.
La cuestión supera por lejos la competencia del municipio; es un tema que en su aspecto normativo tiene que resolver el Congreso y que deben atender la Nación y las provincias desde sus áreas de políticas de salud. En el conteo de votos, el 16 de junio, se sabrá si la estrategia de Balbastro fue eficaz.
¿Influye en los votantes?
El desempeño de los candidatos en los debates rara vez altera el rumbo de las campañas y de las elecciones. Tampoco modifica la decisión previa de los electores, aunque es cierto que puede influir entre los indecisos. De todos modos, no hay una relación directa entre el debate y el posterior rendimiento en las urnas.
Ejemplos hay de sobra y los más recientes ratifican esa idea. En 2017, en el debate de concejales, Emilio Jatón tuvo un desempeño pobre y sin embargo, días más tarde, ganó con comodidad esa elección. Dos años antes, Miguel Del Sel quedó expuesto ante candidatos de mayor fuste y trayectoria (Miguel Lifschitz y Omar Perotti) y luego hizo una elección descollante: quedó apenas a 1500 votos de ser gobernador.
Ese mismo año (2015) Daniel Scioli pagó cara la soberbia de no presentarse a debatir antes de las elecciones generales, decisión que alimentó las chances de Mauricio Macri. Semanas más tarde, cuando fue el debate mano a mano previo al balotaje, el actual presidente hilvanó una serie de promesas que, llegado a la Casa Rosada, no cumpliría. Scioli vaticinó casi con lujo de detalles el ajuste que iba a llevar adelante Macri. Los resultados están a la vista.
Ahora los cinco candidatos a intendente (Jatón, Cantard, Martínez Kerz, Balbastro y Ramos) tienen por delante las últimas dos semanas de campaña y será en el mano a mano con los vecinos donde podrán sumar nuevas voluntades. La instancia del debate televisado ya es historia.
La única que mostró solvencia en su discurso fue Eliana, la candidata de Barrio 88. Sabe lo que pasa en la ciudad, lo que necesitamos los vecinos y en ese sentido propuso soluciones concretas y posibles. Felicitaciones para ella!!!