Continuidad con cambios, la propuesta de Bonfatti. El Frente Progresista plebiscita 12 años de gestión.
El Frente Progresista se juega en las elecciones del 16 de junio la continuidad de un proyecto que lleva 12 años en la provincia y tres décadas en su cuna, la ciudad de Rosario. El gobierno de Miguel Lifschitz logró terminar buena parte de las obras iniciadas por Hermes Binner; de allí que el candidato oficialista, Antonio Bonfatti, haga hincapié en “el valor de los hechos” como principal slogan de campaña.
Sin embargo, el derrumbe de la economía, el impacto del ajuste en la provincia (tarifazos incluidos) y los repetidos hechos de inseguridad (un problema al que el Frente Progresista no le encontró solución) ponen en riesgo la continuidad de la gestión. Allí se abre un interrogante: ¿qué pesará más, lo realizado en 12 años o los temas que quedaron sin resolver?
La campaña del Frente Progresista se basa en lo primero. “Tenemos que defender lo que conseguimos porque se puede perder en un día”, repite Bonfatti en sus recorridas por la provincia. No se refiere solo a las obras ejecutadas durante las gestiones del socialismo, sino también al corpus de derechos sociales, gremiales y políticos instituidos durante la última década.
El latiguillo también le sirve a Bonfatti para agitar el fantasma de los 90, personificado en su rival del PJ Omar Perotti. En esa línea, el socialista contrasta la gestión pública de los servicios con los intentos privatizadores de los 90 y pone énfasis en la venta del Banco Provincial durante el primer gobierno de Jorge Obeid, del cual fue ministro Perotti.
La campaña “futuro vs. pasado” ha funcionado en otras instancias, como en el balotaje nacional de 2015. Pero nada le asegura al Frente Progresista que esa herramienta será útil en estas elecciones. ¿Qué eco tienen, en 2019, las políticas del menemismo, la venta del banco, la privatización de Aguas? Rara campaña en la que el socialismo confronta con el Perotti de 1995 y con el peronismo de Reutemann, antes que con el discurso de austeridad y eficiencia que hoy exhibe el senador oriundo de Rafaela.
Estrategia parecida
“Algunos piensan que hacer obras es fácil”. Con ese concepto, Lifschitz aporta a la campaña desde su doble condición de gobernador y cabeza de lista de diputados. La referencia alude tanto a Perotti, que casi no habla del tema, como al candidato de Cambiemos José Corral, que promete obras en toda la provincia para mitigar las inundaciones.
La estrategia de Bonfatti en 2019 es similar a la de 2011: continuidad con cambios. Lo que ahora es diferente es el contexto. Santa Fe sufrió, como todas las provincias, el embate del ajuste de Cambiemos. Por eso uno de los ejes es “cuidar” las cosas que se pueden perder de un día para otro, como ocurrió a nivel nacional con los Ministerios de Salud y Trabajo y con los programas sociales, sanitarios y educativos que desarrolló el kirchnerismo.
En esa línea, la novedad que introdujo Bonfatti fue haber planteado una modificación de la matriz productiva de la provincia, hoy atada a los vaivenes del comercio exterior; para el candidato del Frente Progresista, es necesario “generar empleo genuino y de calidad” a partir del agregado de valor en las cadenas productivas. Ante empresarios, Bonfatti aseguró que el objetivo es “cambiar la matriz productiva” para lo cual se invertirán 5000 millones de pesos para subsidiar tasas para proyectos que generen “competitividad, valor agregado y mano de obra”.