Doce meses corridos de caída interanual marca el indicador que mide cuánta maquinaria industrial está en funcionamiento. En abril, último dato disponible, apenas el 61,6% de los fierros estuvieron produciendo. La situación en las automotrices, la metalmecánica y las textiles es dramática.
En abril del 2018 las industrias tenían un parate del 32,4%, en abril de 2019 saltó al 38,4%. Es la suba en la ociosidad más alta de la era Macri. No obstante, el gobierno puede alegrarse de que en marzo de 2019 la situación era peor, ya que el 41,2% de las máquinas estaba paradas: una cifra tan catastrófica que hay que remontarse a la crisis de 2001 y 2002 para encontrar un nivel similar de parálisis. Como siempre recordamos, nunca durante la gestión de Cambiemos el uso de la maquinaria industrial siquiera llegó al 70%.
La industria automotriz registra, en abril de 2019, un nivel de utilización de la capacidad instalada de 37,6%, inferior al de igual mes de 2018 (55,8%). La metalmecánica tuvo una utilización de la capacidad instalada de 46,7%, inferior al del mismo mes de 2018 (55,4%). Según el Indec, la merma se debió a "la menor actividad de los fabricantes de maquinaria agropecuaria y de bienes de consumo durable, en particular, la línea blanca". El otro sector hundido es el textil: en abril el 49,5% de sus máquinas andaban, un poco menos que el 52,3% de abril de 2018. "La merma se origina en la menor producción de hilados de algodón y de tejidos de punto y planos", dice el organismo oficial.
Todos los bloques sectoriales de la industria registraron caídas interanuales. La salida de la crisis industrial está muy lejos en el horizonte. El resultado son despidos y el desguace del entramado productivo.