Bajo el formato “lambe lambe”, el grupo Tundra presenta una obra en miniatura sobre violencia de género. Es el sábado 27 junto a Beso de Mariposa, en el Birri.
Parece inverosímil pensar en un teatro para un/a solo/a espectador/a en una época donde la masividad es la lógica que mide no solo el éxito de taquilla sino, muchas veces, hasta la calidad del espectáculo. Nos preguntamos entonces qué viene a hacer el teatro lambe lambe creciendo cada día más, con decenas de festivales y artistas que lo eligen como forma de expresión, generando grandes concentraciones de personas en lugares públicos para vivir su experiencia “íntima” con la caja que tendrán enfrente.
Su creación ya lleva tres décadas, de la mano de dos titiriteras brasileras, Denise Santos e Ismine Lima, que quisieron montar un espectáculo íntimo que narrara un parto. Se les ocurrió entonces utilizar un caja de fotografía de las cámaras antiguas para que, por el agujero del lente, pudieran ver lo que sucedía en su interior de a una sola persona por vez. De esta forma el artista, que se coloca en el lado opuesto al espectador, va jugando con la música, la iluminación y los objetos para crear la propuesta escénica de la obra. Otra característica es que el espectáculo no dura más de cinco minutos. Así nació la primera obra de teatro lambe lambe en el mundo, paradójicamente sobre un nacimiento.
En cuanto al nombre “lambe lambe”, aunque podamos reconocer la raíz portuguesa, encierra un significado no descifrable a simple vista. Este tipo de teatro recibe su nombre de los fotógrafos ambulantes del siglo XX de Brasil, que ocupaban lugares públicos como jardines o plazas, empleando las cámaras antiguas para realizar su trabajo y utilizando su lengua para lamer el negativo de la fotografía para el proceso de revelado. En portugués, el verbo lamer se dice “lamber” y de ahí derivó su nombre.
Pausa dialogó con Julieta Viveros, una de las fundadoras del grupo Tundra, mujeres de cajas tomar que se presentará el sábado 27 a las 21 con las locales Beso de Mariposa como antesala de la obra “Juana tu Juana” del grupo Las Rojas en el Centro Cultural y Social El Birri (General López 3698).
Transformar la mirada
Tundra, mujeres de cajas tomar trabaja diferentes problemáticas que atraviesan a la mujer como el acoso callejero, violencia obstétrica, violencia familiar, el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, lógicas patriarcales: “estuvimos una semana casi internadas trabajando en un laboratorio guiadas por Gabriela Céspedes, una titiritera de la provincia de Mendoza que es la referente del teatro lambe lambe en el país, y nos acompañó para que pudiéramos darle forma a cada una de las historias que queríamos contar y encontrar la técnica que íbamos a usar en cada caja”, comenta Julieta Viveros sobre el origen del grupo.
Hoy Tundra lo integran un grupo de mujeres titiriteras de todo el país, principalmente de Buenos Aires, y el objetivo es que “siga creciendo. Tundra es una vegetación que crece en lugares hostiles y encontramos en ese nombre una referencia a las mujeres que tienen que salir adelante, a reinventarse y reconstruirse en este sistema. Como crecemos en lugares hostiles, eso nos hace más fuertes y seguimos floreciendo”.
—¿Porque eligen el teatro lambe lambe para su propuesta artística?
—Nosotras elegimos este lenguaje porque nos preció lo más adecuado para lo que queríamos contar. Y también porque venía del trabajo de las titiriteras de Brasil y fundadoras de esta técnica, quienes trabajaron el parto a través de las cajas, algo tan intimista como esa situación. Lo elegimos como una manera poética y metafórica de contar lo íntimo, lo guardado y lo escondido. Aquellas cosas que las mujeres hablamos entre secretos. Cosas que nos quedaron guardadas o contamos solo a alguien de confianza, como una violación, un acoso callejero, como que tuviste un parto donde te violentaron y tantas otras cosas que aún cuesta hacer público. A través de la dinámica del teatro Lambe Lambe descubrimos una posibilidad dual de intercambio con el público: un encuentro colectivo y una vinculación única e irrepetible con cada persona.
—¿Como se produce la dramaturgia dentro de una caja?
—Como en cualquier otra obra, porque la caja es como un pequeño teatro. Desde la puesta en escena hasta cómo uno lo va contando, lo que quiere contar, la música que hay que editar. Y también lo que es la estructura por afuera. Nuestro personaje, su pequeño vestuario, la escenografía y ambientación. Nosotras siempre estamos tratando de trabajar juntas y unidas por una poética, porque si bien cada historia es diferente, están unidas, ya que todas están atravesadas por la misma problemática.
A través del teatro Lambe Lambe descubrimos un encuentro colectivo y una vinculación única e irrepetible con cada persona.
—¿Cómo es la dinámica con les espectadores?
—Nosotras abordamos desde una forma poética, metafórica, las temáticas que tratamos, donde cada espectador o espectadora según su vivencia lo va a tomar e interpretar a su manera. Al ser este teatro tan intimista, lo que le sucede a cada espectador es único y a la vez también para nosotros, ya que al tenerlos tan cerca después de la función te podes mirar a los ojos. Eso es lo que siempre hablamos entre las compañeras de Tundra, que la primera vez que ven una función lo hacen con una mirada pero cuando termina la función algo les pasa y salen transformados, con otra mirada.
Esa cercanía se diferencia también de la relación planteada en los espectáculos masivos. Sobre ese punto, Julieta agrega: “El hecho que esa persona le pueda contar a una como artista lo que le sucedió, como se sintió es algo muy mágico, que enriquece y estimula a seguir creciendo. Hay temáticas que son muy fuertes como la que trata una compañera Leila en su caja sobre una violación intrafamiliar, y si bien lo trabaja desde una forma poética, no deja de ser fuerte, crudo, y hay gente que termina de ver esa caja llorando. Pero a la vez pueden estar muy agradecidos y agradecidas, y los ves dando un abrazo a la titiritera. La proximidad física hace posible este intercambio entre los y las artistas y los y las espectadores que quizás en el teatro tradicional no sucede”.
—¿De qué se trata el espectáculo que traes a Santa Fe?
—Estaré con dos espectáculos en Santa Fe: el mismo sábado 27 a las 16 con “La cigarra y la Hormiga” un espectáculo de títeres para toda la familia del grupo Fantoche Violeta que integro con Ricardo Lista, y por la noche con la Caja Lambe Lambe estaré junto a las compañeras de Santa Fe Beso de Mariposa. Mi espectáculo se llama “¡Basta!” y habla del acoso callejero. Todas las mujeres alguna vez al salir a la calle hemos sido observadas, miradas, violentadas. Habla de la liberación de la mujer ante la mirada del hombre. Cuando hicimos el laboratorio todas las mujeres reconocimos haber sido víctimas de algún acoso callejero o algún tipo de acoso y siempre es un recuerdo muy traumático, la mayoría lo hemos sufrido en la adolescencia.
Con vuelo local
Beso de mariposa, grupo local referente del teatro lambe lambe, comenzó en el 2016 con Natalia Pauloni y Verónica Petián a la cabeza, y tal como cuentan sus protagonistas, producto de un taller realizado en Paraná por el grupo porteño Umani. Allí nació la primera caja de lo que sería la serie “Litoraleña” inspirada en los paisajes santafesinos. Natalia Pauloni en conversación Pausa nos cuenta: “Primero surgió la caja A la orilla del río inspirada en un poema de Juan L. Ortiz. Al principio todo fue un poco rústico pero fuimos creciendo, los títeres fueron cambiando, las luces, la música, todo lo que comprende el universo lambe lambe se fue desarrollando. Luego en el 2018 se sumó Cecilia Piccioni, con su caja “Sin salvavidas” de tinte litoral y el río. Ya teníamos dos cajas, así que armamos una tercera que se llamó el “Beso de mariposa”, con la misma temática”.
—¿Cómo vivieron la recepción por parte del público santafesino?
—Al ser el primer grupo en la ciudad es algo novedoso, hay muy buena recepción porque además genera mucha intriga ver a personas metida en una caja viendo que pasa. Tanto chicos como grandes, ya que nuestros espectáculos son vistos por gente de todas edades y todos quedan atravesados y conmovidos. La propuesta artística del teatro Lambe Lambe es por esencia mágica y misteriosa y eso llama mucho la atención.