Tras la ola de calor en Europa, un informe de la Unión Europea tradujo la crisis climática en cifras: pasó el junio más caliente en el planeta desde que hay registro. En mayo, desde Estados Unidos se registró el mayor achicamiento de la Antártida en la historia. En julio, hubo 32°C en Alaska.
El cambio climático dejó de ser un vaticinio para ser una realidad, cuya mejor denominación es crisis climática. A finales de 2018 la ONU ya había advertido sobre medidas drásticas y urgentes para poder ya no detener sino aminorar el impacto humano sobre el clima. Todo sigue más o menos igual y los datos siguen arrojando los mismos resultados: año tras año se van quebrando records en el aumento de temperatura.
El observatorio del clima Copérnicus, entidad oficial de la Unión Europea en estos temas, registró que en junio la temperatura en Europa estuvo 2°C sobre el promedio de los últimos 30 años y que se convirtió así en el junio más caluroso en el continente. Junio de 2019 tuvo en promedio una temperatura 1°C por encima del record anterior (1999). A nivel planetario, esta diferencia fue de 0,1°C por encima del récord anterior (junio de 2016). Los junios más calurosos a nivel planetario fueron los de 2019, 2016, 2018 y 2017, en ese orden.
En el promedio, se pierde de vista los puntos donde la crisis se expresa con más fuerza. En Alemania, Francia, el norte de España e Italia, Suiza, Austria y la República Checa las temperaturas estuvieron entre 6°C y 10°C por encima del promedio de los últimos 30 años. Verdaderos infiernos producidos por vientos provenientes del Sahara, un fenómeno que sucede todos los años, pero nunca con tanta intensidad.
"Estos eventos de clima extremo se volverán más comunes mientras el planeta continúe calentándose bajo las cada vez mayores emisiones de gases con efecto invernadero", señalan desde Copérnicus.
Las cifras son peores en la comparación con el clima anterior a la explosión de la era industrial. En Europa, la temperatura de junio de 2019 estuvo más de 3°C por encima del promedio 1850-1900. A nivel planetario, esa diferencia es de 1°C. Cabe recordar que, de acuerdo a la ONU, una diferencia de 2°C en esa comparación ya marcaría una catástrofe.
La Antártida se derritió en mayo
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés), en mayo la temperatura global estuvo 0,85°C por encima del promedio del siglo XX, siendo el cuarto mayo más caluroso desde 1880, detrás de mayo de 2016, 2015, y 2017. Nos estamos asando.
Como consecuencia, los polos se están derritiendo. En la Antártida, la temperatura en mayo estuvo 4°C por encima del promedio de los últimos 30 años, según la NOAA. La capa de hielo se redujo un 13% en comparación con el promedio del mismo período: fue el mayo con la menor extensión de hielo antártico desde que hay registro.
En el Ártico, mayo de 2019 quedó en el segundo puesto de reducción de la extensión de la capa de hielo, detrás de mayo de 2016. La merma fue del 8,5%, en 2016 había sido del 10,3%, siempre en comparación con el promedio de los últimos 30 años (que ya de por sí son más calurosos que el promedio del siglo XX o de finales del XIX).
A la playa en Alaska
El jueves 4 de julio hizo 32,2°C en la ciudad más grande de Alaska, Anchorage. La cifra habla por sí sola. Ya había sido una rostizada la primavera y en junio el calor devino en incendios forestales. Cabe señalar que la temperatura promedio en esa ciudad, para esa época del año, era de 18,3°C.
El récord anterior se había alcanzado el 14 de junio de 1969, con 29,4°C.