Desde que llegó Macri al poder, la cantidad de trabajadores industriales registrados creció apenas en ocho meses de los 42 relevados por la Secretaría de Trabajo. Hay menos trabajadores industriales que hace 10 años.
Es muy difícil imaginar un país desarrollado que no sea un país industrializado. Es más difícil aún imaginar una economía moderna que dependa pura y exclusivamente de materias primas y servicios financieros. Sin embargo, el modelo Cambiemos galopa directo al siglo XIX, generando una retracción de la cantidad de trabajadores industriales registrados que rompe las gráficas. La Secretaría de Trabajo ofrece datos a partir de 2009, hoy hay menos trabajadores industriales registrados que hace una década.
Son 147.185 los obreros industriales que perdieron su trabajo registrado. Representa el 11,7% del total que había en noviembre de 2015, cuando asumió Macri. Pero lo más significativo es que durante todo el gobierno de Cambiemos la destrucción fue continua. Apenas en ocho meses hubo pequeñísimos repuntes, mientras que en los 34 restantes las caídas fueron pronunciadas. No es un accidente, un error, un momento complicado de un proyecto que no despega. La destrucción del trabajo industrial es en sí mismo el proyecto, por eso la curva descendente es prácticamente continua, más allá de lo que suceda con el resto del trabajo privado registrado, como se puede apreciar en las gráficas.
Puesto en comparación: antes de la llegada de Macri, unas 899 personas se incorporaban como trabajadores registrados a la industria en cada mes, en promedio. Con la llegada de Macri, 3504 obreros industriales pierden su trabajo registrado, en promedio, cada mes.
Cabe destacar que en general el trabajo privado registrado, lo que el presidente califica como "empleo de calidad", se redujo un 2,9% respecto de noviembre de 2015. El proceso es profundamente destructivo del mercado laboral, ya que hay que atender al crecimiento vegetativo de la población. Cuando la cantidad absoluta de trabajadores cae, la desocupación se dispara.