En su cuarta temporada, la Escuela de Espectadores busca darle mayor relevancia a la mirada del público.
Malena Bravo y Claudio Chiuchquievich son los encargados de llevar adelante la Escuela de Espectadores de Santa Fe, dependiente del Ministerio de Innovación y Cultura, fenómeno que sigue creciendo y que logró instalar por primera vez un espacio de diálogo entre les espectadores y les hacedores teatrales: “Uno de los objetivos es acercar les espectadores a les artistas, directores, dramaturgos/as, técnicos/as a realizar devoluciones sobre su quehacer a través de un diálogo respetuoso y abierto”. Para Claudio, desde el principio “este espacio se construye como un espacio de formación, disfrute y escucha, de reflexión y de producción del hecho teatral”.
Esta cuarta temporada que sigue funcionando en el Centro Cultural Provincial Francisco Paco Urondo tiene como novedad principal la conformación del Foro de Espectadores Críticos que se plantea según Chiuchquievich como “un espacio colectivo de creación de nuevos modos de producir pensamiento crítico desde une espectador que se sienta habilitado a crear y dar forma a su sentir y a su pensamiento a través de diferentes soportes y lenguajes”.
Este año, además, la Escuela se planteó en el marco del ciclo Escena Mayor pero bajo la misma modalidad: los alumnos luego de ver las obras tienen la posibilidad de presenciar las clases magistrales de Jorge Dubatti y dialogar con los artistas para abordar diversas temáticas. Ya se presentaron El pan de cada día (Buenos Aires) que fue el vehículo para tratar el cuerpo que narra; Un hombre muerto a puntapiés (España) que disparó la temática sobre la sexualidad y el teatro y el Viaje de Hervé (Buenos Aires) donde la cuestión fue el actor y objeto. En julio el tema será Teatro y universo infantil.
Espectadores y protagonistas
Jorge Dubatti es crítico, historiador y docente universitario especializado en teatro. Publicó más de cien volúmenes sobre teatro argentino y universal y es fundador de las Escuelas de Espectadores alrededor del mundo.
—En la investigación teatral existen cientos (sino miles) de textos sobre historia y teoría del teatro, pero no existe material de estudio sobre el público y los espectadores. ¿Por qué?
—Los espectadores han sido hasta hoy una gran omisión y las causas de esa omisión son múltiples: su inasibilidad, su metamorfosis permanente, su condición de “alumno” del “maestro” artista, la posible tiranía de sus gustos, la dificultad de su estudio. Últimamente se les ha transformado en dos variantes degradantes: les “receptores” (para la Semiótica, quienes reciben un mensaje) y les “consumidores” del mercado cultural. Estamos en un momento de revaloración de les espectadores en su maravillosa complejidad: le espectador-creador/a, espectador-crítico/a, el espectador-filósofo/a, el espectador-multiplicador/a.
—¿Cómo surgen los Foros de Espectadores Críticos? ¿De qué se tratan?
—Con el empoderamiento digital y el acceso a los nuevos medios (blogs, face, instagram, twitter, youtube, etc) les espectadores ha democratizado los discursos críticos y hoy son los que más producen discursos críticos dentro de los campos teatrales. Vivimos un fascinante proceso de democratización de los discursos críticos, a través del boca en boca, los medios digitales, los espacios de opinión de los diarios y revistas, les youtubers y de la aparición de formatos innovadores para la crítica: audios digitales, historietas, pintura, video, escrituras colectivas, etc. Esto reubica el discurso del crítico de autoridad, o profesional, que se ha convertido en una voz más entre muchas. El Foro de Espectadores Críticos invita a multiplicar la producción de discursos críticos.
—El 19 y 20 de julio se llevarán a cabo las Jornadas Internacionales de Teoría e Historia del Espectador Teatral organizadas por el Instituto de Artes del Espectáculo, Facultad de Filosofía y Letras, de la UBA. ¿Qué puede contarnos de estas jornadas?
—Se trata de pensar la historia de les espectadores, las nuevas teorías, las estrategias de formación, los fenómenos contemporáneos en la sociedad actual. Participarán especialistas de Argentina, Brasil, México y Polonia y habrá mesas con artistas y espectadores cruzados, para indagar cómo se llevan esos mundos entre sí. Esperamos que estas Jornadas lleguen para quedarse y se realicen todos los años.
—En el marco de las Jornadas se promoverá la creación de la Asociación Argentina de Espectadores del Teatro y las Artes Escénicas (AETAE). ¿Podría contarnos de qué se trata y cuál será su objetivo?
—La Asociación Argentina de Espectadores del Teatro y las Artes Escénicas (AETAE) busca atender una necesidad del desarrollo del campo teatral. Uno de los aspectos que se ha puesto en primer plano en los últimos años, tanto en la teoría teatral como en la gestión de políticas culturales, es el lugar del espectador y su protagonismo en la constitución de acontecimientos culturales. La formación y estimulación de audiencias hoy es atendida por organismos privados y públicos. Es llamativo que en la Argentina existen asociaciones de actores (Asociación Argentina de Actores, AAA), de dramaturgos (Argentores), de directores (Asociación de Profesionales de la Dirección Escénica, APDEA), pero no de espectadores, siendo estos parte fundamental del acontecimiento teatral. La AETAE tendrá como finalidad constituirse en referencia institucional de los intereses de los espectadores de teatro y artes escénicas; problematizar aquellas cuestiones que permitan el crecimiento de las audiencias teatrales; estimular su formación; favorecer la creación de escuelas de espectadores; obtener beneficios para su acercamiento a las obras teatrales; producir teoría, investigación e historia sobre el público y los espectadores; realizar publicaciones específicas; y dialogar con otras instituciones hermanas o semejantes.
—Si tuviera que resumir en un párrafo un mensaje para les amantes del teatro, ¿que les diría?
—Que ellos y ellas saben que el teatro es uno de los tesoros culturales más maravillosos de la historia de la humanidad. Que hay que disfrutarlo y multiplicarlo.