Durante el Primer Encuentro de Periodistas Feministas, realizado en Rosario, Pausa dialogó con Sonia Tessa sobre la historia de La Cazadora, el primer suplemento editado en la provincia con perspectiva de género, y sobre la actualidad del campo de la comunicación en relación a los derechos de las mujeres.
Sonia Tessa, referente del campo periodístico con perspectiva de género y derechos humanos, se desempeña desde 2008 como editora de Rosario/12 y es redactora en el suplemento Las 12, además de ser parte de Juana en el Arco, un programa de la Radio Universidad de Rosario con enfoque de género.
—¿Cuáles fueron las desigualdades que llevaron a introducirte en esta mirada feminista de la vida?
—Ahora creo que desde siempre, desde chiquita, la desigualad en tu casa cuando ves que tu mamá tiene una doble, triple jornada y no hay equidad. Ciertas ideas que desde chica me generaban mucho conflicto. Pero eso lo pienso ahora. Cuando empecé a hacer periodismo me acuerdo siempre hubo una cuestión en mí de pensar en la injusticia y la inequidad como algo que estaba mal. Y luego vinieron los temas relacionados con el aborto y la violencia de género. Creo que primero empezó mi mirada periodística y después mas feminista o sea que el periodismo me fue haciendo feminista. Pero hay ciertas ideas que estaban desde siempre.
—¿Cómo fue aquella experiencia de La Cazadora?
—Fue una experiencia que hicimos con Carolina Monje, Fernanda Blasco y Cecilia Vallina en El Ciudadano. Duró pocos meses, pero creo que ahí le encontré la vuelta a empezar a problematizar con una mirada específica. Dejaron de ser temas aislados para tener una unidad, una mirada de género. Había dos cuestiones: la mirada periodística, noticiable, pero además una mirada de género que nace de entender que las relaciones entre los dos sexos no son naturales sino culturales y que, en esas relaciones, ha intervenido un sistema que es el patriarcado.
—¿Como ves estos Encuentros que van emergiendo con la consolidación del feminismo?
—Estoy muy impresionada en eventos como estos donde veo muchas compañeras de toda la provincia, especialmente de Santa Fe y Rosario, y esta avidez de la juventud por conocer la genealogía, ya que eso es muy importante también: ser conscientes de que la historia no empezó cuando llegó nadie. Hay que pensar el estado actual del feminismo como un acumulado; sin el Encuentro Nacional de Mujeres nunca hubiéramos llegado a esta ola verde. Lo que se llama la revolución las hijas tiene que ver con las madres y las abuelas y hasta con las bisabuelas que fueron haciendo su caminito. Y todo esto genera que hoy en una ciudad donde hace tres décadas las periodistas feministas eran muy poquitas se celebre este encuentro con compañeras que plantean que no solo haya una agenda de género sino impregnar con una mirada de género toda la agenda periodística.
—Las elecciones están muy marcadas por la agenda de género. ¿Qué opinás sobre esto?
—La discusión del año pasado por la legalización del aborto tuvo unos efectos interesantes para reflexionar. Hoy se piensan los lugares de las mujeres, pero sobre todo los lugares en las listas en función de si votarían en una posible legalización del aborto; eso es bueno en un sentido, pero también es preocupante porque sabemos del avance de los sectores antiderechos. Creo que todos los debates que se están dando en nuestra sociedad ya generan un punto de no retorno en temas como el aborto y la ESI. Son temas muy sensibles para las iglesias pero van a tener que dar debates, porque hay cuestiones que ya no se pueden volver a naturalizar.
—¿Cómo se explican los avances de los sectores antiderechos?
—Tengo una mirada bastante pesimista. La formidable movilización de los feminismos generó una avanzada conservadora pero también es verdad que esos conservadores estaban desde antes. Pensemos en el triunfo de Trump: al día siguiente de su asunción se movilizan mujeres de todo el país. Los sectores privilegiados no están dispuestos a ceder sus privilegios tan fácilmente. En esa tensión estamos funcionando, pero si pensamos que hubo una diputada desembozadamente antiderechos que sacó muchos votos, después tenemos que pensar también que muchas diputadas y diputados estarían a favor de votar la legalización del aborto. También hay que mirar que en nuestra provincia hay un montón de proyectos muy importantes que el Senado Nacional nunca trató: cupo trans, paridad, ley de educación, educación sexual integral. La provincia de Santa Fe siempre tuvo antiderechos, la diferencia es que ahora se organizaron y están avanzando. Esa disputa fue bastante crucial en el resultado de las últimas elecciones.
—¿Cuál es la importancia de la transversalización en las agendas?
—Es importante transversalizar la agenda porque cuando las mujeres miramos, el mundo se ve distinto. Y creo que si hay mujeres haciendo una mirada feminista sobre todas las noticias nos va permitir construir una agenda periodística por un lado más integral, más real que proponga una igualdad y por otro lado nos va permitir ampliar las miradas y las agendas periodísticas que a veces quedan un poco sesgadas en formas muy masculinas de ver la información.