El macrismo cierra su penoso ciclo con un descontrol total de la economía, arrojando a millones de argentinos a la pobreza y destruyendo el tejido productivo del sector privado.
El gobierno no mueve ni una coma de los trazos maestros de su política económica e intenta parches de imposible aplicación, que además afectan directamente los presupuestos (y la gobernabilidad) de las provincias. Algunos le dicen “morir con las botas puestas” a lo que en verdad es una peligrosa necedad.
La crisis desatada a comienzos de 2018 toma ribetes cada vez más temibles. Frente al horizonte de un cambio de gobierno, dialogamos con once referentes para conocer su evaluación sobre el proceso atravesado los últimos años, sus expectativas y sus deseos.
Claudio Girardi, CGT Santa Fe. Luego del lunes post electoral, estamos en una situación muy compleja donde el presidente de la Nación dejó correr el aumento del dólar. Eso genera una gran devaluación que va a repercutir en los precios de los alimentos y otras necesidades básicas del pueblo. Las medidas que luego anunció el gobierno llegan tarde, son electoralistas, son por tres meses. Además, no las sienten: tratan de revertir el resultado electoral que tuvo Cambiemos fruto de las políticas que llevó adelante en estos tres años y medio. Particularmente, y me hago responsable a nivel personal de lo que digo, creo que esto lo hacen para salvar la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y mantener un grupo de legisladores nacionales para que no desaparezca Cambiemos.
En cuanto a la salida: Primero decirle al presidente de la Nación que se dedique a ser presidente más que candidato; segundo pedirle a la gente paz, que esté tranquila, porque en los conflictos, cuando se exceden, los muertos y los heridos los ponen las bases sociales más humildes. Y esperar a que termine el mandato el 10 de diciembre y esperar un nuevo gobierno, el de Alberto Fernández, para tener un mejor futuro. La CGT piensa que Macri tiene que terminar su mandato, que el nuevo presidente asuma y que no lo condicionen: que dejen de pedir préstamos y de tomar medidas que imposibiliten al gobierno que asuma el 10 de diciembre generar políticas que puedan llevar adelante a la Argentina, y que tengan como eje central a los sectores más postergados que dejó este sector que gobierna hoy.