Todos los rubros del comercio siguen cayendo, aun cuando su punto de comparación es la crisis desatada de 2018. En el acumulado de enero a julio, la merma llega al 11,7% respecto del año pasado. Las ventas están por debajo de los niveles de 2009.
Pese a ser más macristas que Macri, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) no puede ocultar que la crisis sigue reventando al sector. Titulan su informe mensual de este modo: "Ventas minoristas pymes: subieron 4,5% y la mitad de los comercios ya espera recuperación". El dato no es falso, pero lleva a la confusión. Las ventas de julio de 2019 subieron en ese porcentaje respecto de junio de 2019. La comparación correcta es con julio de 2018, porque evita efectos estacionales (como el aguinaldo o las fechas especiales de regalos). CAME sabe perfectamente que esa es la forma correcta de presentar este tipo de datos y así lo reflejó en casi todos sus reportes anteriores, menos en este último, publicado a días de las primarias.
Vale el repaso total, ante la circunstancia electoral. Con la caída de ventas de julio, la gestión Cambiemos acumula 39 meses para atrás y apenas cuatro con alzas de ventas: diciembre de 2015 y el período octubre a diciembre de 2017.
Pasando a los datos: todos los rubros cayeron otra vez. "La disminución en las ventas interanuales alcanzó al 66,4 % de los comercios consultados, cuando en junio el 74,6 % de los empresarios había asegurado que sus ventas bajaron, mostrando así una mejora en esa performance", celebra en el desastre la CAME. Las peores caídas se registraron en Juguetería y artículos escolares (12,2%), Farmacia (11,9%, pese a ser el mes de los resfríos), Ferretería, electricidad y construcción (11,1%) y Calzados y marroquinería (10,9%).
Alimentos y Bebidas, el rubro que mejor dicta cómo está el poder adquisitivo, cayó un 6,7% interanual, acumulando un retroceso del 6,8 % en los primeros siete meses del año. La gente come menos.