Con la llegada de Mauricio Macri, la inflación superó a los salarios todos los años (menos el 2017). La pérdida de poder adquisitivo es lapidaria. Según los datos oficiales el sueldo perdió entre 23,9 y 31,8 puntos desde 2015.
¿Sentís que la plata no te alcanza? Eso es porque durante la era Cambiemos tu poder adquisitivo perdió olímpicamente. Puesto en cifras duras: entre 2015 y mayo de 2019 la inflación te sacó 23,9 puntos de diferencia, si sos un trabajador privado registrado, 28,8 puntos si sos un trabajador público registrado y 31,8 puntos si laburás en negro.
Los datos provienen del Indec (para el año 2016, se completa la serie con la inflación de la ciudad de Buenos Aires). El poder adquisitivo es resultado de la diferencia entre el aumento salarial y la inflación. Si el primero crece por encima de la segunda, aumenta el poder adquisitivo. Si es al revés, tu bolsillo llora.
En 2016 la inflación anual fue de 41%, mientras que los aumentos salariales fueron de 33%, 32,6% y 32,9% (privado, público, en negro). En consecuencia, el poder adquisitivo perdió 8, 8,4 y 8,1 puntos, respectivamente. Así comenzó la era Cambiemos. Casi cuatro años después, en lo que va de 2019 los salarios aumentaron hasta mayo 18% para los privados, 15,9% para los públicos y apenas 9,2% entre los trabajadores en negro. Pero la inflación ya creció 19,2%. En consecuencia, la pérdida del poder adquisitivo en 2019 es de 1,2, 3,3 y 10 puntos, respectivamente.
En los últimos doce meses, la pérdida de poder adquisitivo fue de 17,7 puntos para los privados, 16,4 para los públicos y 25,3 para quienes están en negro. Cuando se va sumando las variaciones del poder adquisitivo desde 2016 a la fecha, la pérdida alcanza durante la era Cambiemos 23,9 puntos para los privados, 28,8 para los públicos y un brutal 31,8 para los trabajadores en negro.
Todas estas cifras están producidas a partir de los datos del Indec, que ponderan muy por debajo los tarifazos y otro tipo de aumentos salvajes y que, en lo puntual, pueden reventar presupuestos familiarias, como los medicamentos o los alquileres.