Es un proyecto de innovación pedagógica que funciona en el norte de la ciudad. Son aproximadamente veinte trabajadores que titularizarán en categoría de reparación histórica.
El equipo del proyecto socioeducativo El Patio titularizará sus horas durante los primeros días de septiembre. Son aproximadamente veinte trabajadores que titularizarán en categoría de reparación histórica. Hace cuatro años comenzaron a organizarse para conseguir la estabilidad laboral y la jerarquización de su espacio de trabajo. En 2017, a instancias de Amsafe, el planteo llegó a la paritaria. Este año, por resolución ministerial 1122/19 se realizarán las titularizaciones. Las inscripciones se realizan desde el 28 de julio, el ofrecimiento se hará el 30 de agosto y la toma de posesión será el 1° de septiembre.
“Este proceso no se hubiera dado si nosotros no hubiéramos empezado a exigir y a denunciar la situación de precarización en la que estábamos, que está empezando a regularizarse pero que todavía queda mucho por hacer”, sostiene Amiel Rodríguez, docente del espacio. "Amsafe nos ayudó a pensarnos en un contexto más legales y nos alentó a perseguir los objetivos de la titularización y de la estabilidad laboral", agrega.
“Es una lucha que continúa”, indica, en referencia a la necesidad de un reglamento orgánico que regule el espacio, y que se puedan recuperar las horas que se fueron perdiendo a medida que los docentes iban renunciando o cambiando de trabajo. “Cada vez que un trabajador, por tener una oferta de trabajo más estable renunciaba, esas horas se perdían y ya no volvían a recuperarse. Entonces se iban generando vaciamientos de los espacios y falta de atención a los destinatarios. Nuestra idea es que el proyecto vuelva a tener las horas que tenía y la capacidad de recibir destinatarios que tenía en un principio” afirma la docente.
El Patio nació en 2011 como un espacio experimental de innovación pedagógica. Está ubicado en Alsina al 8800 y comparte edificio con dos escuelas: la de enseñanza técnica 508 y la primaria Combate del Quebracho. El proyecto funciona por las tardes, es de asistencia voluntaria y busca ofrecer espacios donde se aborden temáticas desde distintos lenguajes: circo, teatro, fábrica de juguetes, narración, arte, cocina, cerámica, juego simbólico, crianza desde el afecto y deporte social.
Por El Patio pasan 200 niños y niñas de manera constante; se estima que en toda su historia circularon por allí 800 vecinos y vecinas de la zona, ya que es además un espacio multietáreo. “No funcionamos como talleres, sino como espacio de circulación libre. Es el interés del niño lo que va motivando la circulación por los distintos quehaceres y propuestas” explica Rodríguez.