También se le dictó prisión preventiva. Mientras se realizaba la audiencia hubo una manifestación de familiares y organizaciones sociales y de la Mesa Ni Una Menos de Rincón y de Santa Fe.
Un hombre 49 años, Santiago Maschio, fue imputado ayer por los delitos de homicidio calificado por el vínculo, críminis causae, y por mediar violencia de género; y de estafa en perjuicio de Cecilia Burgadt, la mujer que fue víctima de femicidio el pasado fin de semana. En la audiencia se resolvió además la prisión preventiva, por entender que el imputado puede entorpecer la investigación. El juez Sergio Carraro consideró que la evidencia ofrecida por los fiscales Andrés Marchi y Marcelo Fontana da cuenta de “una vinculación del acusado con los hechos, en apariencia de responsabilidad”. En el comienzo de la audiencia, las hijas de Cecilia manifestaron ante el magistrado: “Queremos que se haga justicia, que no sea como otros casos, y que se pueda hacer algo”.
Afuera de los Tribunales, más 250 personas se habían movilizado en reclamo de justicia. Al subsuelo del edificio del Poder Judicial llegaba el sonido de los redoblantes, el grito colectivo de las mujeres pidiendo -una vez más- respuestas del Estado ante la violencia. La movilización fue la última de una serie de manifestaciones que se realizaron en los centros de salud y en el Hospital Cullen. Cecilia era enfermera y sus compañeros y compañeras se organizaron para reclamar justicia en sus lugares de trabajo.
Durante la audiencia imputativa, la defensa -llevada adelante por el abogado Ferreyra- pidió reserva del análisis de lo expuesto por la fiscalía, alegando no conocer en totalidad los hechos debido a la reciente integración de la defensa a la causa. Además expresó no tener suficientes elementos para oponerse al pedido de prisión preventiva.
Luego de la audiencia, María José Díaz, de la Mesa Ni Una Menos de Rincón, aseveró que "Le dictaron la preventiva, que es lo que nosotras pedíamos porque generalmente en algunas situaciones se espera el proceso en libertad. A nosotras y a la familia nos parecía que lo más justo era que él espere el proceso del juicio en estado de privación de libertad, porque si no, es como seguir con esa sensación de impunidad que venimos denunciando desde el movimiento de mujeres cuando la justicia muchas veces invisibiliza nuestras denuncias colectivas". "La presión y la fuerza; la unión que hicimos entre todas las personas que estuvimos ahí, dio su resultado. Más allá de que por todas las pruebas que lo incriminan, era de esperarse” indicó la militante.
Violencia de género
Tanto los fiscales como el juez subrayaron el componente de género de las múltiples agresiones sufridas por Cecilia en los instantes previos a su muerte. “No caben dudas de que hay elementos para referir a violencia de género”, sostuvo el juez luego de escuchar los resultados de las investigaciones preliminares.
Durante la audiencia, la fiscalía expuso evidencias del “extraordinario padecimiento” que vivió Cecilia por las heridas recibidas, las que le provocaron la muerte. También, dejó asentado su posicionamiento de que entre Maschio y la mujer existía una relación “de amistad primero, y de pareja después”, y que, cuando ella quiso cortar el vínculo, el acusado no lo aceptó. Los fiscales expusieron la violencia de género sufrida por Cecilia en una modalidad doble: por un lado, la violencia física; por el otro, la violencia económica, ya que el agresor retenía un auto que ella había comprado, “privándola del uso y goce” de su vehículo.
El femicidio es el emergente doloroso de una serie de violencias, que lentamente van perdiendo el velo de la invisibilidad. La violencia económica hacia las mujeres está reconocida como tal en la Ley 26.485 como "la que se dirige a ocasionar un menoscabo en los recursos económicos o patrimoniales de la mujer”, aunque hasta el momento hay pocos fallos que tomen esa figura. En mayo de este año, la jueza Palacio de Arato, de Córdoba, sentenció a un hombre por estafa en perjuicio de su cónyuge, tomándola como un caso de violencia de género de tipo económica.
Otro elemento que resaltó la fiscalía en relación a la imputación de Maschio, es que el propio acusado indicó adónde estaba el cuerpo de Cecilia. A las 15 horas del sábado, tras más de 24 horas de búsqueda, el hombre manifestó espontáneamente ante la Comisaría de Trata de Personas que “tenía una relación con Cecilia, que habían discutido y que se le fue la mano, que la había matado”, e informó adónde estaba el cuerpo. Los fiscales entienden que “Esa confesión responde a la situación en la que se encontraba”, dado que ya había sido detenido y la investigación estaba en marcha. El cuerpo de la mujer apareció en un domicilio en el norte de la ciudad, que era alquilado por Maschio. Testigos aseguran haberlo visto ese día en inmediaciones del lugar.
“Vivas y libres nos queremos”
La fiscalía entiende que Cecilia fue asesinada entre las 14 horas y las 4:20 de la madrugada. Durante todo ese tiempo, sus hijas adolescentes y sus amigos la estuvieron buscando, pese a que la comisaría de Rincón se negó en un primer momento a tomar la denuncia, indicándoles que esperaran.
La desaparición se produjo cerca de las 14 horas, pero recién a las 22 se notificó al fiscal de turno para que inicie las investigaciones. “Como Mesa denunciamos y repudiamos el accionar policial. En conjunto con las vecinas y vecinos de Rincón, vamos a pedir que se investigue quiénes son los responsables para que esto no vuelva a ocurrir nuca más”, indicó María José Díaz, de la Mesa Ni Una Menos de esa ciudad, donde residía la mujer asesinada.
“Cecilia era una persona muy conocida por su vocación de servicio, era una militante política también, tenía convicciones, tenía principios y lo hacía público y defendía cada injusticia. Transcurrió en el pueblo toda su vida, y siempre fue una persona muy activa y solidaria con cada uno de nosotros. A la Mesa siempre nos decía que sigamos adelante, que no bajemos los brazos, y que contábamos con su apoyo”, cuenta Díaz, quien junto a la Mesa en estos momentos se encuentra acompañando a la familia de Cecilia.
El femicidio movilizó a la comunidad de la ciudad costera. Desde la Mesa Ni Una Menos afirman: "No nos vamos a callar. Vamos a seguir movilizadas porque vivas y libres nos queremos". Además, pidieron "Respeto y tratamiento con perspectiva de género al informar en los medios cuando ocurre un femicidio o hay una mujer desaparecida".
“No hay dudas de que fue un femicidio, porque es eso: esa relación desigual de poder que los hombres ejercen hacia las mujeres, terminando en la violencia más extrema que tiene, que es el femicidio. A raíz de nuestra lucha, de nuestro movimiento, de nuestro reclamo, de nuestras denuncias, la justicia también tiene que tener perspectiva de género, para poder tratar esta situación en particular que nos ocurre a las mujeres por el hecho de ser mujeres”, enfatizó Díaz.
“Quiero destacar a la comunidad rinconera, a vecinos y a vecinas, que se comprometieron y se sumaron a la causa: que quizás a veces lo veían en la tele, y hoy se vieron tocados porque la persona que veían en la tele era la persona con la que se encontraban en el supermercado o en la plaza” finalizó.