Según datos divulgados el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, la selva perdió en el mes pasado 1698 kilómetros cuadrados, un 222% más que lo perdido en el mismo mes de 2018. Sólo en agosto hubo más incendios que en los siete meses anteriores del año.
La deforestación en Brasil, que se mantenía en los niveles de los últimos años, se disparó en los últimos cuatro meses, haciendo que alcance al momento un total de 6404,8 durante los primeros ocho meses del año. Es un 92% más que los 3336,7 kilómetros cuadrados deforestados en los primeros ocho meses de 2018. Más o menos, son 47 ciudades de Santa Fe taladas durante el año. Se estima que, por primera vez desde 2008, la deforestación de este año podría llegar a los 10.000 kilómetros cuadrados.
El INPE también observó que la superficie quemada del Amazonas durante agosto alcanzó los 24.944 kilómetros cuadrados. Para representar claramente la dimensión de los incendios, en los siete meses anteriores se quemaron 18.629 kilómetros cuadrados. Sólo en el mes pasado se quemó más que en los siete meses anteriores.
Si bien es un organismo oficial, los datos del INPE deben ser luego refrendados por los fiscalizadores del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama). El INPE está bajo la crítica constante del presidente Jair Bolsonaro, quien no le da crédito a sus investigaciones. De hecho, en julio pasado su titular fue despedido.