El macrismo cierra su penoso ciclo con un descontrol total de la economía, arrojando a millones de argentinos a la pobreza y destruyendo el tejido productivo del sector privado.
El gobierno no mueve ni una coma de los trazos maestros de su política económica e intenta parches de imposible aplicación, que además afectan directamente los presupuestos (y la gobernabilidad) de las provincias. Algunos le dicen “morir con las botas puestas” a lo que en verdad es una peligrosa necedad.
La crisis desatada a comienzos de 2018 toma ribetes cada vez más temibles. Frente al horizonte de un cambio de gobierno, dialogamos con once referentes para conocer su evaluación sobre el proceso atravesado los últimos años, sus expectativas y sus deseos.
Marina Agüero, Centro de Estudiantes Instituto N°12. Estamos en una situación de emergencia en la mayoría de los ámbitos. Con respecto al que recorro todos los días, que es el terciario, se vio mucha deserción este año. Los problemas para los estudiantes son económicos. Uno trata de ayudar en lo que puede, por ejemplo con becas de fotocopias o con el descuento del boleto, pero hay chicos que se toman cuatro colectivos por día, que tienen que pagar el alquiler, y la verdad es que la situación está muy difícil. Se nota que la educación pública no es prioridad en estos momentos.
Necesitamos mayor presupuesto para los terciarios. Somos el último eslabón de la cadena en cuanto a la educación pública, porque siempre es más prioritario el tema universitario. Se necesita salir de esta situación, mediante las elecciones, poder realmente transformar esta realidad que golpea todos los días.